Las vocaciones religiosas no deben depender únicamente de los párrocos sino de toda la comunidad parroquial, señaló el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, al concluir su visita pastoral en la VI Vicaría episcopal, en el VIII Decanato.
Ante un grupo de jóvenes y adolescentes, el Cardenal Rivera explicó que la comunidad debe contribuir en la promoción vocacional y en la sensibilización de las nuevas generaciones.
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En ese sentido, un grupo de sacerdotes y promotores vocacionales le informaron al Cardenal que en este Decanato se han organizado talleres y una expo vocacional, en la que participaron representantes de ocho comunidades religiosas que tienen su sede en la VI Vicaría. De este Decanato, ha surgido una vocación sacerdotal que ya se forma en el Seminario Conciliar de México, informó el SIAME.
"Es la propia comunidad la que debe oír el llamado del Señor y por ello, debe comprometerse en esta tarea", dijo el Cardenal Rivera, que explicó a los jóvenes que "la vocación fundamental sobre la que debe edificar todo cristiano es el bautismo; lo demás, son tareas que Dios nos da o ya nos ha encomendado".
Explicó que "en la Iglesia hay igualdad entre sus fieles porque todos formamos parte del cuerpo místico de Cristo, a quien debemos seguir ante todo y sobre todo".
Finalmente, el Purpurado mexicano dijo a los jóvenes que todos ellos tienen que hacer proyectos de vida a partir de la libertad de elegir que es un don que Dios otorgó.
Por su parte, jóvenes misioneros, catequistas, participantes de coros y grupos parroquiales, expusieron al Cardenal sus inquietudes y le hablaron de los programas en los que participan a favor de la Iglesia y de la difusión de valores y del Evangelio. También le mostraron un video.
A una pregunta expresa, el Arzobispo de México platicó como surgió su vocación sacerdotal en su natal Durango, al asistir a una escuela distante a 6 kilómetros de su casa, y de cómo al contacto con el párroco local fue entendiendo que "el sacerdocio es una forma de servicio a los demás".
La jornada de trabajo terminó con una Eucaristía que fue celebrada en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en la colonia Prolongación Las Águilas.