El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, se refirió al acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y Cuba para restablecer relaciones diplomáticas y reconoció que el rol del Papa Francisco fue crucial promoviendo la "cultura del encuentro" entre las partes.
También observó que la diplomacia eclesiástica, con el Santo Padre, trabaja por la paz, la lucha contra la pobreza y la "construcción de puentes".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En una entrevista concedida a Radio Vaticana, el Purpurado recordó el compromiso de larga data de la Iglesia en la disputa que mantienen los Estados Unidos y Cuba por el embargo comercial, económico y financiero que la isla afronta desde 1960.
El Cardenal Parolin también elogió la iniciativa del Papa de escribir cartas a los presidentes Obama y Castro. Dijo que fue la "manera correcta" para superar la distancia y acercar a las partes. A continuación la entrevista con el Purpurado a Radio Vaticana
¿La cultura del encuentro tiene aquí su resultado más importante?
- Creo que sí. El Papa ha dicho tantas veces algo que me gusta repetir: cuando hay problemas, entonces debe aplicarse el método del diálogo, y si hay más dificultades, tiene que haber más diálogo. Y si este diálogo es sincero, aunque haya diferencias, se puede trabajar juntos. Creo que esto es un ejemplo muy importante de esta "cultura del encuentro" a la que el Papa invita constantemente.
¿Cuál es el compromiso diplomático de la Santa Sede y qué papel tuvo en esta negociación?
- La Santa Sede sigue lo que el Papa marcó en el primer discurso que pronunció al cuerpo diplomático después de su elección. Nos recordó tres puntos: la paz, que siempre ha sido un elemento clave de la acción de la Santa Sede y la diplomacia de la Santa Sede en diferentes períodos de la historia; la lucha contra la pobreza, y luego nos pidió 'construir puentes'.
En este caso, este "construir puentes" se expresa a través de la facilitación del diálogo entre las dos partes. La Santa Sede ofreció sus buenos oficios para que las dos partes puedan reunirse y llegar a una conclusión feliz.
¿Usted conoce muy bien la zona… ¿considera este cambio de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba tendrá una influencia positiva en la región?
- Creo que sí, y eso espero. Un paso de esta naturaleza tendrá efectos positivos en toda América Latina. Hay situaciones que deben mejorarse. El hecho de que dos naciones que han tenido tantos problemas y dificultades en sus relaciones logren un acuerdo tal vez inspire a otros líderes para tener el mismo coraje que los líderes de Estados Unidos y Cuba para buscar el camino del diálogo y del encuentro.
¿Y en lo que respecta a la Iglesia en Cuba?
- He oído que tocaron las campanas por este acuerdo. Eso significa que la Iglesia también ha participado con alegría de este momento. Creo que ayudará a la Iglesia a jugar mejor su función dentro de la sociedad cubana para la construcción de la unidad.
Tenemos que agradecer a Dios por este paso. Es una buena señal, una buena noticia en medio de tantas noticias en el mundo de hoy que son todo lo contrario. Esto nos dice que es posible el entendimiento, trabajar juntos y encontrar caminos de salida a las dificultades que nos separan.