El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, alentó al perdón, la reconciliación y la solidaridad en esta Navidad, en el programa radial Diálogo de Fe, de RPP.
"¿Cómo estará tu clima interior?", cuestionó el Cardenal, exhortando a preparar "bien la Navidad con un buen examen de conciencia, acudiendo a la lavandería del alma que es la confesión".
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El Arzobispo de Lima pidió a los fieles que "si tienes alguien a quién puedes perdonar, perdona; si conoces a alguien a quien ayudar, ayuda; y si puedes agradecer a alguna persona, agradece".
El Cardenal Cipriani también pidió abrir "un espacio dentro del alma donde Jesús pueda entrar y estar más presente".
"Hace falta crear el clima en la propia casa, en el nacimiento que uno prepara, en el recordar a los familiares, tal vez a alguno que ya falleció o tal vez visitar a alguno que está enfermo", dijo.
El Primado del Perú alentó también a las actividades de voluntariado y de solidaridad con los más pobres en la Arquidiócesis y en todo el país.
"Tenemos en el Arzobispado voluntariado en todas las parroquias. Algunas están yendo al interior del país, otras a Manchay, a El Agustino o a Chorrillos".
El Cardenal Cipriani señaló que estas actividades "pueden decir con claridad: 'mira y preocúpate por quienes están a tu alrededor'. ¿A quién puedes llevar alegría? Haz un espacio en tu alma. ¿A quién puedes llevar una gota de esa presencia de Jesús con una llamada, una oración o un pequeño detalle?".
El Arzobispo también lamentó que actualmente algunas personas viven como si Dios no existiera, por lo que animó a usar "los anteojos de la fe".
"Date cuenta que si ponemos a Dios en el camino nos invade una paz y al mismo tiempo una mayor urgencia de amar a los demás. Ponte los anteojos de la fe y verás que todo es diferente, como que se enciende una luz, como que entiendes mejor las cosas, hay paz y en tu interior un lugar en el que Dios va iluminándote".
Dios, dijo el Cardenal no "resuelve los problemas, porque espera que tú lo hagas, pero sí te acompaña. El adviento precisamente es prepararte y ampliar ese espacio en tu alma para Dios".
Por otra parte, lamentó, "el laicismo deja fuera a Jesús de la vida", a diferencia de una sana laicidad que "es expresar nuestra fe representando a quienes no tengan fe".
Una ecología humana ante "mentira, envidia e intriga"
El Cardenal Cipriani también denunció una contaminación "de mentirosos intrigantes", por lo que alentó a poner en práctica una "ecología humana".
"Pienso que esa ecología humana es importantísima, claro que debemos tener agua, un clima más limpio y que el ozono no esté creando problemas; pero hay un clima espiritual".
El Arzobispo de Lima lamentó que "hay mucha mentira, envidia e intriga. La ecología humana tiene mucha polución de mentirosos intrigantes. Que no nos contagien. Necesitamos purificadores del alma para sembrar paz, cariño, comprensión y unidad".
"Bendita responsabilidad de las mamás"
El Cardenal Cipriani señaló además que la Navidad nos permite reflexionar sobre la maternidad de la Virgen María y, con ella, la de las mujeres.
"Dios en la eternidad quiso que la salvación, su Hijo, viniera al mundo en el vientre de una madre. Escogió el camino natural del vientre de María siempre pura y virgen, que fue concebida sin pecado".
El Arzobispo dijo que "cómo no vamos a inclinarnos con devoción ante la mujer madre por excelencia, María santísima. Por eso, cuando hablamos de la navidad cómo no vamos a estar reverentes delante de la mujer madre, para decirle: 'bendita la madre que te trajo al mundo'".
"¿Quién no recuerda a su madre con agradecimiento?. Hay que quererlas más. Bendita responsabilidad de las mamás que ha querido Dios como colaboradoras privilegiadas".
El Primado del Perú destacó que "Dios ha querido que la vida humana con la colaboración del esposo venga en el vientre de la madre, por eso la mujer tiene una dignidad y respeto que todos debemos incrementar, no con una ideología de género o con el feminismo".
El Cardenal recordó además su reciente viaje a Roma, donde se reunió con el Papa Francisco.
"Como siempre, Roma mueve el corazón al estar cerca del Papa, de San Pedro en la Basílica y de la tumba de San Juan Pablo II. Y tanta gente amiga que uno encuentra sirviendo de cerca al Papa", señaló.