"Yo también soy cristiano de Irak", es el nombre de la campaña de emergencia lanzada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), una de las más grandes en sus casi 50 años de historia, para reunir 1,5 millones de euros a favor de los 120.000 cristianos refugiados en el Kurdistán iraquí.
"Ayudadnos, no podemos seguir así. Los cristianos de Irak somos náufragos que extienden la mano para que alguien los salve de la muerte", es el "grito unánime" que llega a AIN.
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Por ello, "esta nueva campaña de emergencia va destinada a bienes de primera necesidad, alojamiento, educación, ayuda a la formación de seminaristas, sostenimiento de religiosas y sacerdotes, y regalos de Navidad para los más pequeños".
"Los cristianos de Irak mantienen viva la Buena Noticia del Evangelio donde ya no queda esperanza. Ellos son el rostro de Cristo en una tierra milenaria. Ahora más que nunca estamos llamados a ser una misma Iglesia, a ser uno solo en Cristo y sostener a nuestros hermanos que más sufren: todos somos cristianos de Irak", señaló.
AIN recordó que ante el avance yihadista del Estado Islámico (ISIS) miles de personas han tenido que huir de sus casas. Ahora 120.000 cristianos abarrotan las calles, colegios, iglesias y descampados del Kurdistán iraquí, una zona de momento segura. La última opción que tienen antes de marcharse para siempre de su país.
Ayuda a la Iglesia Necesitada recuerda que hasta ahora al menos cinco obispos han tenido que huir de sus diócesis, los conventos y seminarios han quedado vacíos y unos treinta sacerdotes han perdido sus parroquias.
"Los cristianos en Irak tendremos un futuro si la comunidad internacional nos ayuda inmediatamente. No lo olvidéis", decía el Patriarca Católico de los Caldeos, Luis Rafael Sako I, quien ha pedido la colaboración de AIN para sostener la atención a los refugiados así como para seguir apoyando la pastoral.
El pasado verano AIN ya envió una aportación de 200.000 euros.
La Iglesia está presente en Irak desde los primerísimos tiempos del Cristianismo, pero la comunidad cristiana es cada vez más pequeña. Tras la campaña militar contra Saddam Husein en el año 2003, el número de bautizados pasó de ser 1,6 millones a apenas unos 300.000.
AIN explica que muchos cristianos han abandonado el país por la violencia de los radicales musulmanes. No hay familia cristiana que no cuente con algún mártir o asesinado por los extremistas.
Los pocos cristianos que quedaron habían emigrado al norte, especialmente a la ciudad de Mosul donde la convivencia era más estable. "Ahora han tenido que huir de nuevo. Ya no se oyen las campanas en pueblos ancestrales de la Llanura de Nínive como Qaraqosh, o Alqosh", recordó AIN.
Sin embargo, a las duras condiciones de vida se suma ahora la llegada del crudo invierno del Kurdistán que puede bajar hasta los cero grados.
Para poder ayudar a los cristianos iraquíes se puede ingresar a https://www.ain-es.org/colabora.aspx?sec=1