El encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé debería dar una agenda concreta hacia la unidad de los cristianos, afirmó un experto dominico que lleva más de once años viviendo en Estambul (Turquía).
"Confío en que algo más llegará en estos dos días en los cuales el Papa Francisco y el Patriarca se reunirán. Siento que estos dos días de reuniones" hará que "teólogos y expertos jurídicos y canónicos se comprometan en una agenda real para alcanzar la unidad", dijo el P. Alberto Ambrosio, vicepresidente de la Unión de Religiosos de Turquía y profesor de la Universidad de Lorraine (Francia). El sacerdote ha desarrollado un profundo conocimiento de Turquía, al cual ha dedicado algunos de sus libros.
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El P. Ambrosio ha subrayado que el diálogo ecuménico ha llegado al punto de que "ahora algún paso concreto debe llevarse a cabo", de lo contrario, "esta reunión sería solo una reunión como otras: Tendría algún gran significado simbólico, lo cual es valorable, pero no un real impacto".
El sacerdote dominico espera que la visita del Papa Francisco "fomentará a la comunidad cristiana a comprometerse en los tres principales desafíos".
El primero, indicó, es "la cohesión interna" entre los católicos. "Los católicos son una muy estrecha minoría y es necesario un gran esfuerzo para llevar adelante algunas cosas básicas", señaló. Explicó que aquellos esfuerzos realizados con poco impacto hacen que la gente se canse, "especialmente para seguir trabajando dentro de sus propia comunidad".
El segundo reto es el fomento del diálogo ecuménico. El P. Ambrosio confió en que "la estimulación del Papa Francisco fomentará un camino compartido entre la comunidad cristiana".
"Necesitamos colaborar más. Hay realmente bastante que hacer, pero por otro lado estamos lejos de una real colaboración ecuménica, y podemos pensar en muchas otras cosas que hay que poner en acción", indicó.
El sacerdote destacó luego la necesidad de un esfuerzo político renovado. "Después de esta reunión histórica, las minorías cristianas –también por su importancia histórica en esta tierra-, debe ser más amada y dejada libre para llevar adelante su trabajo sobre el terreno, e incluso recibir ayuda financiera para el apoyo que estas iglesias dan a los refugiados", indicó.
Por el momento, el Patriarca Bartolomé está trabajando en organizar el Sínodo Pan-ortodoxo, es decir, el primer acercamiento de todas las confesiones ortodoxas, programada para el 2016.
El P. Ambrosio dije que el 2016 "puede ser un año muy importante para el ecumenismo", pues la cuestión "de un calendario concreto para la unidad debería ser puesto en discusión en el Sínodo Pan-ortodoxo. De esta manera, Bartolomé puede realmente llevar con éxito a su Iglesia a la unidad", a pesar de las resistencias internas en el mundo ortodoxo, especialmente desde la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Sin embargo, concluyó, "este es el tiempo cuando podemos realmente encontrar un nuevo camino a la unidad, con pasos concretos. Es algo inevitable: Jesús nos pidió eso".