El primer domingo de Adviento es el primer día del Nuevo Año Litúrgico para la Iglesia Católica y en esta ocasión, en el Evangelio (Mc 13, 33-37), Jesús anima a los fieles a que "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento".
Asimismo, todas las lecturas bíblicas de esta primera semana y la predicación correspondiente deben ser una invitación a estar vigilantes, atentos, para estar a punto para cuando llegue el Señor. Por ello, es importante que toda familia católica haga un propósito conjunto que les permita avanzar en el camino hacia la Navidad.
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Espíritu navideño: diálogo y reconciliación (algunas sugerencias prácticas)
En un momento propicio o, tal vez después de la Oración familiar en la que se enciende la primera vela de la corona de Adviento, los integrantes de la familia podrían reflexionar en torno a las relaciones familiares y terminar pidiendo perdón a quienes se ha ofendido, y responder concediendo el perdón requerido. Las palabras de aliento, esperanza y comprensión entre los miembros de la familia constituyen dones auténticos que Dios quiere regalar a cada familia en particular.
Un momento así puede ser el principio de un renovado año en el que se buscará seguir creciendo en el amor familiar, en un ambiente de mayor armonía. La idea es que desde cada hogar católico se extienda a los demás grupos o círculos sociales con el que cada uno se relaciona cotidianamente, ya sea la escuela, el trabajo, el vecindario, el instituto, la universidad, el club deportivo, el grupo de amigos, etc.
Adviento y el año litúrgico
Para terminar, es importante recordar que el Año Litúrgico es el conjunto de las celebraciones con las cuales la Iglesia conmemora a lo largo de un año el misterio de Cristo.
El tiempo de Adviento, que es el primer período del Año Litúrgico, tiene una duración de cuatro semanas. Este año 2023 comienza el domingo 3 de diciembre y se prolonga hasta el 24 de diciembre, cuarto domingo de Adviento y víspera del día de Navidad. Las lecturas diarias corresponden al Ciclo B.
Lectura del Evangelio del Primer Domingo de Adviento según San Marcos:
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta” (Mc 13, 33-37).
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