Después de su intervención en la Sala de la Plenaria de la FAO, el Papa Francisco ha mantenido un breve encuentro con el personal de este organismo de la ONU les ha dirigido unas breves palabras con las que ha querido agradecer su "servicio" para "reducir el hambre crónica y desarrollar en todo el mundo los sectores de la alimentación y de la agricultura".
Ante unas 80 personas reunidas en el llamada "Green Room", el Papa resaltó el "espíritu de solidaridad y de comprensión sobre todos". "El agua no es gratis, como pensamos muchas veces. Podría ser un problema grave que traiga una guerra", dijo.
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"Les invito a ser cuidadosos y solidarios con los más débiles, siguiendo el ejemplo de Jesús, que se encargó del sufrimiento y de los males de la humanidad, a que no se desanimen frente a las dificultades, y a que estén siempre dispuestos a sostenerse los unos a los otros y así observar el futuro con esperanza".
El Santo Padre señaló luego que "su trabajo escondido mira a las personas –hombres, mujeres, niños, abuelos abuelas- personas hambrientas. Estas personas no nos piden otra cosa que dignidad. ¡Nos piden la dignidad, no limosna!".
"Éste es su trabajo: ayudar para que les llegue la dignidad. Les aseguro mi oración y pido a cada uno de ustedes rezar por mí y por mi servicio", concluyó.