Hace unos días, los creadores del app "Confesión" relanzaron la popular aplicación para móviles que facilita a los católicos un examen de conciencia y recuerda los pasos del sacramento de la confesión. No administra un sacramento virtual.
"Confesión. Una aplicación católica romana", fue lanzada originalmente en el año 2011 y fue desarrollada con la colaboración de dos sacerdotes católicos, con la aprobación de un obispo en Estados Unidos.
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El app desarrollado por la empresa Little iApps permite al usuario crear su perfil, con su sexo, estado civil y edad y resolver un cuestionario con preguntas incluso íntimas sobre actitudes y acciones pecaminosas. El penitente puede seleccionar sus faltas desde una lista y también puede ingresar los que no figuren.
La idea de los creadores es facilitar el examen de conciencia para animar a los usuarios a acudir a un sacerdote en el sacramento de la confesión.
La aplicación está disponible en inglés, español, italiano y portugués. La última versión, con algunas mejoras, ya se encuentra vigente para usuarios de iOS y puede ser adquirida en iTunes: https://itunes.apple.com/pe/app/confesion-una-aplicacion-catolica/id416019676?mt=8
Lo que dijo el Vaticano
En febrero de 2011, tras el revuelo mediático que suscitó el lanzamiento del app, el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, aclaró que no se puede usar un dispositivo móvil para el sacramento de la confesión, pues este "requiere necesariamente la relación de diálogo personal entre el penitente y el confesor y la absolución por parte del confesor presente".
El sacerdote aclaró que el diálogo personal entre el penitente y el confesor "no puede ser substituido de ninguna manera, por cualquier aplicación informática" y por tanto "de ninguna manera se puede hablar de 'confesión por iPhone'".
Sin embargo, explicó que "en un mundo en el que muchas personas utilizan soportes informáticos para leer y reflexionar -por ejemplo, textos para rezar- no puede excluirse que alguien reflexione en preparación a la confesión ayudándose con instrumentos digitales, como en el pasado se hacía con textos y preguntas escritas en folios de papel, que ayudaban a examinar la propia conciencia".
"En este caso se trataría de un subsidio pastoral digital que alguien podría encontrar como útil sabiendo bien que por nada del mundo es un sustitutivo del sacramento", añadió.
El P. Lombardi consideró "importante que exista una verdadera utilidad pastoral y que no se trate de un negocio alimentado por una realidad religiosa y espiritual importante como un sacramento".