El Papa Francisco inaugurará este lunes, 17 de noviembre, un congreso en el Vaticano de cariz interreligioso sobre el tema de "La complementariedad del hombre y la mujer", con el fin de proponer de nuevo la belleza de la unión natural entre el hombre y la mujer en el matrimonio.
Según informa Radio Vaticano, los trabajos de este encuentro serán introducidos por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Gerhard Müller, e incluirá la participación de estudiosos y líderes religiosos, hebreos, cristianos, musulmanes y representantes de otras confesiones.
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Las reuniones durarán tres días y están promovido por cuatro dicasterios vaticanos, entre ellos: la Congregación para la Doctrina de la Fe y los Pontificios Consejos para la Familia, para el Diálogo Interreligioso y para la Unidad de los Cristianos.
Los participantes reflexionarán sobre diversos aspectos de esta complementariedad "para sostener y fortalecer el matrimonio y la vida familiar". También se presentarán testimonios que tomando "la sabiduría de sus propias tradiciones religiosas y de su experiencia cultural, darán a conocer la fuerza y la vitalidad de la complementariedad del hombre y la mujer".
El Papa Francisco intervino sobre el tema de la complementariedad del hombre y la mujer, el pasado 11 de abril, cuando recibió a la Delegación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (Bice).
En esa ocasión, el Pontífice subrayó "el derecho de los niños a crecer en una familia, con un papá y una mamá, capaces de crear un ambiente idóneo a su desarrollo y a su maduración afectiva. Continuando la madurez en la relación, en la confrontación con los que es la masculinidad y la feminidad de un padre y de una madre y así preparando la madurez afectiva".
"Esto comporta al mismo tiempo -dijo el Papa- sostener el derecho de los padres en la educación moral y religiosa de sus propios hijos".
En este sentido, el Santo Padre expresó su "rechazo a todo tipo de experimentación educativa con los niños. Con los niños y con los jóvenes no se puede experimentar. ¡No son conejillos de indias! Los horrores de la manipulación educativa que hemos visto en las grandes dictaduras del siglo XX no han desaparecido; conservan su actualidad en diversas formas y propuestas, con la excusa de la modernidad, empujan a los niños y a los jóvenes a caminar por la vía dictatorial del pensamiento único".