El Arzobispo Siro Ortodoxo de Mosul, Mar Nicodemus Dawod Sharaf, rompió en llanto durante una entrevista al recordar que en 1500 años de historia, es la primera vez que los cristianos del norte de Irak no pudieron celebrar en su iglesia a su santa patrona debido a la persecución del Estado Islámico; un hecho que no había sucedido ni durante las invasiones mongólicas o tártaras del pasado.
El hecho ocurrió durante una entrevista con un medio extranjero, en la cual el Arzobispo también denunció la pasividad de los organismos de derechos humanos. Sin embargo, aseguró que en medio del sufrimiento, los cristianos de Irak están orgullos porque las persecuciones son consecuencia de su fidelidad a Cristo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Solo quisiera decir algo que es muy importante: Hoy es la fiesta de Santa Shmuni (15 de octubre). Esta es una gran fiesta en nuestra diócesis, porque tenemos una iglesia en Qaraqosh", relató.
"Cada año en esta iglesia, Santa Shmuni aparece sobre el muro de la iglesia, nosotros la vemos, todos nosotros. Desde hace 1500 años no hemos dejado de celebrar esta fiesta en esta iglesia. Desde hace 1500 años, a pesar que los mongoles, los tártaros, Hulagu (nieto de Gengis Kan) han cruzado la región, a pesar de la gran cantidad de guerras que han sucedido en Irak, no hemos dejado de rezar en nuestras iglesias, ni en Mosul o en las villas cercanas", afirmó.
Sin embargo, "este es el primer año (rompe en llanto por unos segundos). Este es el primer año que estamos rezando fuera de nuestra iglesia, que estamos rezando fuera de nuestras iglesias".
¿Dónde están los organismos de derechos humanos?
Durante la entrevista, el Arzobispo Siro Ortodoxo condenó las acciones del Estado Islámico, que en julio expulsó a decenas de miles de cristianos de Mosul –y posteriormente de Qaraqosh-, por no aceptar convertirse al Islam. Los que permanecieron en las ciudades fueron decapitados, incluyendo los niños.
Además, las informaciones llegadas desde Irak y Siria muestran que los yihadistas se dedican a vender como esclavas a las cristianas y yazidís que capturan. "Verdaderamente esta gente no tiene Dios", expresó el Arzobispo.
Sin embargo, también criticó la pasividad de los organismos de derechos humanos. "Nada de humanidad permanece en esta región. Todos aquellos que se llaman 'derechos humanos', son mentirosos, todos son mentirosos. Los representantes de los derechos humanos han estado viendo lo que está sucediendo con nuestra pobre gente, y ninguno nos ayuda", expresó.
El líder religioso recordó que se ha pedido ayuda a estos organismos para que los cientos de miles de refugiados puedan soportar el crudo invierno, pues actualmente muchos de ellos viven en tiendas de campaña. "Ayúdennos antes que el invierno y las lluvias lleguen. Ustedes (de los derechos humanos) han visitado y visto cómo la gente está en una situación miserable", advirtió.
"¿Por qué? ¿Qué pecado hemos cometido? ¿Por qué nos está sucediendo esto? Pero estamos muy felices de una sola cosa: Todas estas cosas que nos suceden y sucederán, es porque no hemos dejado nuestro cristianismo, no estamos dejando a nuestro Señor y no estamos dejando nuestra fe, y tenemos el honor de que somos los hijos de los mártires", expresó.
El Arzobispo Siro Ortodoxo manifestó que "tenemos el honor de que cada cosa que nos está ocurriendo es solo porque somos cristianos. Esto es un honor para nosotros. Ellos (el Estado Islámico) creen que todo esto nos hará renunciar, pero les decimos: todo esto nos hará más unidos a nuestra fe".