En los últimos minutos de la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco recordó el trigésimo aniversario de la firma del Tratado de Paz entre Argentina y Chile, que tuvo como protagonistas decisivos a San Juan Pablo II y al Cardenal italiano Antonio Samoré.
El Pontífice saludó a un grupo de militares chilenos y resaltó que "los límites ya están claros. No nos vamos a seguir peleando por los límites. Por otras cosas, quizás, pero no por eso. Eso se dio gracias a la voluntad de diálogo. Sólo se solucionan las cosas cuando hay voluntad de diálogo".
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En relación a la medicación de la Santa Sede en el sobre la pertenencia de las islas y territorios marinos al sur del Canal Beagle entre Chile y Argentina en 1978 y que concluyó en el Tratado de paz y amistad de 1984, el Pontífice agradeció a "Juan Pablo II y al Cardenal Samoré, que tanto hicieron por lograr la paz entre nosotros".
"Ojalá que todos los pueblos se animen a solucionar los conflictos en la mesa del diálogo y no en la crueldad de una guerra", expresó.
La labor realizada por el Papa peregrino y el Cardenal Samoré evitó una guerra entre los dos países.
El Pontífice polaco presentó una propuesta de paz y amistad en diciembre de 1980 y finalmente el Tratado de Paz fue firmado en 1984 ante el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Agostino Casaroli.