Velar por la calidad de los sacerdotes más que por la cantidad fue la exhortación que el Papa Francisco dirigió este lunes a un grupo de obispos africanos en visita ad limina, a quienes también pidió promover la formación de los laicos y dar una atención especial a la pastoral familiar.
"La formación sacerdotal es decisiva para el futuro. Sus países viven situaciones muy diferentes, pero la primacía de la calidad sobre la cantidad es siempre necesaria", expresó el Papa en el discurso que entregó a los obispos de Senegal, Mauritania, Cabo Verde y Guinea Bissau al término de la visita.
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Francisco dijo que los obispos deben "estar cerca de sus sacerdotes, especialmente de los jóvenes, para asegurar que después de la ordenación perseveren en la formación permanente y en la vida de oración, y tengan un guía espiritual. Para que puedan afrontar los retos que se les presentan: para algunos, un cierto aislamiento, para otros, la pobreza material y la falta de recursos, para otros la atracción del mundo, etc."
Asimismo, dijo que entre los retos de Iglesia en estos países está "el de arraigar la fe más profundamente en los corazones para que se ponga realmente en práctica en la vida".
"La fe es un don que siempre hay que fortalecer y que hoy se ve amenazado de muchas maneras, ya sea por propuestas religiosas más fáciles y atractivas desde el punto de vista moral como por el fenómeno de la secularización que afecta a las sociedades africanas", señaló.
Por ello animó a formar doctrinal y espiritualmente a los laicos "para que sean capaces de dar testimonio de Cristo en sus ambientes" e impregnen "la sociedad con los principios del Evangelio, evitando que la fe sea marginada en la vida pública".
"También la pastoral familiar - como destacó el reciente Sínodo de los Obispos - debe ser objeto de una atención especial porque la familia ...es el lugar donde se enseñan los fundamentos de la fe, los principios básicos de la vida en común, y con frecuencia el lugar donde surgen las vocaciones sacerdotales y religiosas que sus Iglesias necesitan".
El Papa también abordó el diálogo con otras religiones, especialmente el Islam, mayoritario en estos países. "Creo que es importante que el clero reciba una formación también encaminada a entablar un diálogo constructivo con los musulmanes, un diálogo cada vez más necesario para vivir una coexistencia pacífica".
"Porque si todos nosotros, creyentes en Dios, deseamos servir a la reconciliación, la justicia y la paz, hemos de trabajar juntos para impedir toda forma de discriminación, intolerancia y fundamentalismo confesional", indicó.
Asimismo, los llamó a no dudar "en ocupar todo el espacio que les corresponde en la sociedad civil. Sé que trabajan con perseverancia, en particular en Senegal y Guinea-Bissau, por la paz y la reconciliación, y esto me alegra".
"Les recomiendo que mantengan buenas relaciones con las autoridades políticas con el fin de promover el reconocimiento oficial de las estructuras de la iglesia lo que facilita enormemente el trabajo de evangelización".
"Algunos de ustedes, como los obispos de Cabo Verde, ya se benefician de la existencia de un acuerdo marco entre el Estado y la Santa Sede. Incluso donde la Iglesia es una minoría - o está completamente al margen de la vida civil - es apreciada y reconocida por su importante contribución en los campos del desarrollo humano, la salud y la educación", destacó.
"Algunas de sus Iglesias son pequeñas y frágiles, pero son valientes y generosas en el anuncio de la fe y ustedes son testigos de su dinamismo. Doy gracias a Dios por las maravillas que cumple a través de ustedes y les doy de nuevo las gracias como a todos los que participan en esta tarea común de evangelización", culminó.