"La oración es la mejor arma que tenemos", afirmó Mieiille Al Farah, una cristiana de Damasco (Siria), durante la presentación del Informe sobre Libertad Religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), donde denunció la persecución que sufren los cristianos, para quienes incluso "ir a Misa es arriesgarse a que te maten".
Mieiille Al Farah, cristiana Siria: "Ir a Misa es arriesgarse a q te maten" @AyudaIglesNeces informe lib. religiosa pic.twitter.com/V5DrCLqCzW
- Miguel (@MVidalSantos) noviembre 4, 2014
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"Mi primo, cristiano, murió hace días en Siria. Es mártir por la fe", añadió la joven que ahora radica en Barcelona (España). Mieiille recordó que en el pasado los cristianos podían llevar puesta una cruz y tener las puertas de las iglesias abiertas. Sin embargo, todo ha cambiado durante la guerra que golpea y que se ha agravado con la incursión del Estado Islámico (ISIS) que busca instaurar un califato en Irak y Siria.
A pesar de esto, Mieiille afirmó que "la oración es el mejor arma que tenemos" los cristianos, quienes incluso "debemos rezar por los perseguidores".
Priest inspecting heavily damaged church in #Homs #Syria pic.twitter.com/NZUuZ17yiO
- Richard Colebourn (@rcolebourn) Mayo 13, 2014
Por su parte, el Patriarca de la Iglesia Greco-Católica Melquita, Gregorio III Laham, denunció que en Siria hay "una persecución no declarada", con dos mil cristianos asesinados, entre ellos dos obispos y cuatro sacerdotes, así como un número indeterminado de secuestrados. Además, de los diez millones de desplazados, 450.000 son cristianos.
Asimismo, el director de AIN en España, Javier Menéndez Ros, denunció que en Siria se está "consintiendo si no un genocidio, un auténtico drama humano".
No tenemos nada más que la fe
Días atrás, en diálogo con AIN, el Arzobispo maronita de Damasco (Siria), Mons. Samir Nassar, señaló que en el país "se puede morir de varias maneras", debido a la cruenta violencia. "Todos se van empobreciendo poco a poco. La gente se ha gastado ya sus ahorros. Todos necesitan ayuda", denunció en la entrevista difundida el 23 de octubre.
El Arzobispo dijo que en la adversidad se está manifestando "una vuelta a la fe. La gente reza mucho más. Las iglesias están mucho tiempo abiertas; allí acuden muchos fieles, que frecuentemente se pasan horas rezando en silencio. No tienen nada más que la fe. Están en un callejón sin salida esperando la muerte".
"Al final de la Misa se despiden porque no saben si se volverán a ver al día siguiente. Hay un ambiente de resignación. Las personas se abandonan a su suerte. Es decir, es una situación muy difícil".
El Arzobispo maronita dijo que "como Iglesia, hacemos ahora no tanto labor pastoral, sino más bien social e intentamos mitigar las necesidades de las personas. Esto es lo único que tenemos actualmente, pues no hay ninguna otra ayuda. La familia es, en realidad, la única institución intacta. La familia es lo que ayuda, comparte y apoya. La identidad familiar está muy acentuada. Sin familia, sería un desastre total".
Mons. Samir Nassar indicó que si bien no se tienen datos precisos, se ha observado un descenso en el número de bautizos y bodas. "Ahora, lo que aumenta es el número de entierros. Tenemos que ampliar nuestro cementerio. Antes, nuestros proyectos eran un jardín de infancia o una escuela; ahora es ampliar el cementerio cristiano", expresó.