El Papa Francisco recibió en audiencia privada a ocho madres de víctimas fatales del accidente ferroviario de Once, ocurrido el 22 de febrero 2012 en el que perdieron la vida 52 personas.
Por espacio de una hora, el Santo Padre escuchó los testimonios y alentó a las madres a no bajar los brazos ni perder la esperanza en la justicia.
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En un encuentro que fue catalogado como informal y ameno, las madres relataron al Santo Padre los momentos de angustia y de dolor que debieron pasar desde que sucedió el siniestro. "¿En qué puedo ayudarles?", les preguntó Francisco, que se interesó por conocer la marcha del juicio.
Antes de concluir la visita, el Papa firmó algunas camisetas y calcomanías que identifican la lucha por la justicia de los familiares de víctimas de la tragedia ferroviaria. El Pontífice también obsequió un rosario a cada una de sus invitadas en la Casa Santa Marta.
Por su parte, las madres regalaron al Papa un cuadro con las fotografías de las víctimas fatales y se fotografiaron con el Santo Padre.
El Papa también grabó un mensaje para el resto de los familiares, en el que asegura que reza para que juicio que se sustancia en los tribunales federales de Comodoro Py "se haga con toda justicia y que la verdad aparezca".
En ese saludo, el Pontífice dijo: "a través de este grupo que ha venido a visitarme y a recordar esa terrible tragedia que nos ha sucedido, les hago llegar un saludo, una bendición. Cuenten con mi oración, rezo por ustedes, rezo porque el juicio que están llevando adelante se haga con toda justicia y que la verdad aparezca".
"No hay que tenerle miedo a la verdad. La verdad siempre nos hace libres, decía Jesús. Que Dios los bendiga, estoy cerca de ustedes, recen por mí", concluyó.