22 de octubre de 2014

Oct 22, 2014

Esta mañana el Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a los responsables, jugadores y técnicos del FC Bayern Munich, que ayer derrotó 7 a 1 al AS Roma italiano en un partido de la primera fase de la Liga de Campeones de Europa, un marcador idéntico a la goleada que Alemania le propinó a Brasil en la última Copa del Mundo y en la que también jugaron varios de los futbolistas que hoy se encontraron con el Santo Padre.

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El club bávaro llegó al Vaticano liderado por el presidente Karl Hopfner y el directivo Karl-Heinz Rummenigge, acompañados por el resto de la plantilla, entre ellos, varios españoles como el entrenador Josep Guardiola, el guardameta Pepe Reina, y el centro campista Xavi Alonso.

Según el sitio web oficial del Bayern, el Papa expresó en italiano su admiración por el resultado del partido de ayer, agregando a modo de confesión su sorpresa por el resultado. "Qué lindo juego entregaron" dijo el Pontífice.

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"El fútbol es bueno y saludable para el espíritu colectivo, y da un buen ejemplo a los niños", añadió.

Durante el intercambio de presentes, Guardiola junto a los dos capitanes Philipp Lahm y Manuel Neuer, jugadores titulares además del seleccionado alemán que conquistó la última Copa del Mundo en Brasil, entregaron al Santo Padre un balón y una camiseta original del equipo con el nombre del Papa Francisco en alemán, "Franziskus", ambos firmados por todos los jugadores.

El club de fútbol presentó también una donación de 1 millón de euros para fines caritativos que serán entregados el próximo año.

"Nuestro equipo jugará un amistoso el año próximo, de cuyos ingresos el Santo Padre recibirá un millón de euros para fines caritativos. El Papa Francisco podrá decidir donde será empleado ese dinero para ayudar a personas en apuros, independientemente de su creencia y en cualquier parte del mundo", dijo Rummenigge al Pontífice.

Por su parte el Santo Padre entregó a la plantilla una cadena con un pequeño crucifijo y compartió con ellos una anécdota: su experiencia como espectador en la final del Mundial 1986 en México, donde vio jugar en persona al actual directivo del Bayern, Rummenigge.

En aquella oportunidad, Argentina venció por 3 a 2 a Alemania, una final que se repitió en la última Copa del Mundo jugada en Brasil, en donde vencieron los alemanes con gol de Mario Goetze.