Paul Bhatti, exministro federal para la armonía nacional y minorías religiosas de Pakistán, afirmó que todavía hay esperanza para la cristiana Asia Bibi pues en el país nadie ha sido ejecutado por la ley de blasfemia, sin embargo alertó que los grupos extremistas islámicos buscarán presionar a la Corte Suprema, última instancia que verá este caso.
En declaraciones a Radio Vaticana, el líder católico calificó de "muy triste y dolorosa" la decisión del Tribunal Superior de Lahore de confirmar la condena a muerte contra Bibi, "lo cual hace pensar que la justicia no existe para los más débiles", pero era algo que se preveía por todas las excusas usadas para prolongar y desviar el proceso, así como las presiones de los grupos fundamentalistas musulmanes.
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Sin embargo, recordó que esta no es la etapa final y por tanto "todavía tengo esperanza" de que esto se pueda revertir.
Bhatti dijo que se debe preparar bien la apelación que se presentará al máximo tribunal "porque en el pasado muchas veces los acusados que en primera y segunda instancia estaban condenados, fueron liberados por la Corte Suprema".
"Si miramos a la historia de Pakistán, hay esperanza, porque hasta ahora nadie ha sido ejecutado por el Tribunal a raíz de esta ley. Todavía soy optimista", afirmó.
En ese sentido, indicó que el equipo de abogados deberá preparar los argumentos y aportar nuevas pruebas, pues a pesar del testimonio de las dos hermanas musulmanas que la acusan de blasfemia, "hay otros muchos puntos por los que podría ser absuelta". "Hemos consultado con otros abogados, con otra gente. Pronto retornaré y espero gestionar personalmente este asunto para encontrar una solución definitiva", señaló.
El líder católico recordó que el caso de Asia Bibi es emblemático porque los cristianos y miembros de otras minorías religiosas son constantemente acosados. En Pakistán la ley de blasfemia es usada muchas veces por los musulmanes por motivos personales.
En junio de 2009, Bibi trabajaba como obrera en Sheikhupura, cerca de Lahore. En una ocasión se le pidió que buscara agua potable para sus compañeras. Sin embargo, algunas de las trabajadoras –todas musulmanas– se negaron a beber el agua por considerarla "impura" debido a que fue provista por una cristiana.
Al día siguiente esta madre de familia fue atacada por una turba y llevada a una comisaría "por su seguridad", donde fue acusada de blasfemia contra Mahoma. Sin embargo, Bibi ha expresado siempre que es inocente y que nunca ha insultado al Islam.
Desde entonces, al menos dos personas han sido asesinadas por defender la inocencia de Asia Bibi en Pakistán. El primero fue el gobernador del Punjab, Salman Taseer, a manos de su propio guardia de seguridad. La otra víctima fue Shahbaz Bhatti, hermano de Paul Bhatti.