Unas 6.500 personas han participado de la Misa inaugural del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa en Ávila. El P. Jorge Zazu, delegado episcopal ha declarado a ACI Prensa que tanto la diócesis de Ávila, como la Conferencia Episcopal como la Orden del Carmelo llevan mucho tiempo trabajando en los eventos de este centenario porque, según ha asegurado, "queremos promover una pastoral de la santidad". Es decir, promover un mayor conocimiento de la figura de la Santa de Ávila y recordar que lo importante es la santidad.
"El Papa asegura que Santa Teresa es una mujer de oración. Los hombres pasan, pero lo que queda es la santidad", ha dicho el delegado. Coincide con esa "pastoral de la santidad", el P. David Jiménez, prior del convento de la Santa en Ávila.
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"Santa Teresa es doctora de la Iglesia porque es maestra de fe para toda la Iglesia y una celebración como esta es motivo para que volvamos a mirarla y nos alimentemos de nuevo de su espiritualidad", afirma el prior quien cuenta orgulloso que ha seguido los pasos de santa Teresa muy de cerca, ya que nació en el mismo barrio de Ávila que ella y fue bautizado en la misma pila de la misma parroquia.
El prior también ha afirmado que acogerán "al Santo Padre en casa de Teresa cuando él lo desee, porque la Santa fue una gran hija de la Iglesia", además ha revelado el 'secreto' de la vida de la santa de Ávila: "Ella nos enseño a los carmelitas a basar nuestra vida en el amor de unos con otros, en la pobreza y en la humildad, que son las tres patas para el banco de la oración que ella nos ha legado. Si respondemos a eso con fidelidad habrá frutos grandes en la Iglesia como han sido los grandes santos que van dejando la huella teresiana y los tres doctores de la Iglesia".
Para Hermana Leticia Egido, Santa Teresa es "una compañera de camino", "durante los seis años que viví en Ávila ella fue cayendo dentro de mi corazón como pequeñas gotitas de agua", ha precisado la religiosa esclava carmelita.
"Le tengo un cariño entrañable y gracias a ella he descubierto muchos aspectos que me ayudan a vivir mi vocación mejor, como la humanidad de Jesucristo y cómo ella era una mujer totalmente al servicio de la Iglesia", ha explicado a ACI Prensa la hermana quien ha sido la encargada de la decoración florar del altar, así como de cantar el salmo responsorial durante la misa de inauguración del V Centenario.
Las últimas palabras de Santa Teresa fueron "ya es tiempo de caminar", como lo han hecho los estadounidenses Barbara Hughes y su marido, quienes han venido desde el estado de Virginia para participar en esta misa.
"Hace unos 30 años un sacerdote de Alabama me recomendó que leyera a Santa Teresa de Jesús y a San Juan de la Cruz. En seguida conecté con ella y con su espiritualidad, años después supe que existían los carmelitas seglares y decidí formar parte de ellos", explica Barbara.
"Estar aquí es un inmenso regalo, porque nunca pensé que podría venir a Ávila y participar en esta celebración. Llegamos ayer y teníamos entradas para la misa, pero en seguida conseguimos unas para poder asistir. Nos quedaremos unos días más en España y visitaremos todos los lugares de Santa Teresa que podamos", asegura Barbara Hughes.
El P. Zazu ha declarado que han participado en la Misa grupos de Francia, Italia, Corea, Croacia y Portugal. Pero en la plaza de Santa Teresa ondeaban banderas de muchos más países. Ana Cristina Lara viene desde Costa Rica con un grupo de 93 personas de seis países de Centroamérica y ha declarado a ACI Prensa que lleva unos tres años ahorrando para estar en Ávila este día.
"Estar aquí es una emoción enorme porque es venir a ver a la Santa que nos ha guiado desde que conocimos el Carmelo y a quien quisiéramos poder imitar. Estamos aquí a ver si el Espíritu Santo así como la guió a ella nos guía a nosotros también", ha asegurado la peregrina costarricense.
Junto con su grupo, encabezado por el carmelita Fray Javier Arpizu han visitado Salamanca y Alba de Tormes y seguirán un recorrido para ver las fundaciones y los conventos que la Santa de Ávila instauró. Por su parte, Fray Javier asegura que este viaje a la cuna de Santa Teresa es "algo muy grande porque hemos venido a donde nació nuestra espiritualidad y le pedimos a Dios que el don de la conversión".