En un documento emitido al final de la primera mitad del Sínodo de la Familia, los obispos han señalado que el acercamiento a las uniones irregulares debe empezar de los aspectos positivos y que las parejas de hecho deben ser acompañadas en un camino que las lleve a celebrar el Sacramento del matrimonio.
El Cardenal Peter Erdo, Relator General del Sínodo, leyó esta mañana el "Relatio post disceptationem" (La Relación después de la discusión), que resume el estado de la discusión y al mismo tiempo es la base para los debates que tendrán lugar esta semana en pequeños grupos divididos por idiomas.
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El Cardenal Antonio Luis Tagle, Arzobispo de Manila (Filipinas) y uno de los tres vicepresidentes del Sínodo, dijo a los periodistas en conferencia de prensa que este documento "es un tipo de espejo en el cual nosotros, los participantes del Sínodo, deberíamos echar un vistazo para ver lo que se ha alcanzado en esta jornada".
La Relatio se divide en tres partes: "La escucha: el contexto y los desafíos de la familia"; "La mirada en Cristo: el Evangelio de la familia"; y "El encuentro: perspectivas pastorales".
Aunque la relatio hace hincapié en la necesidad de un nuevo lenguaje y una nueva pastoral, el documento se basa en la necesidad de sacerdotes educados y laicos para difundir el Evangelio, y también ve en las parejas irregulares una oportunidad para la evangelización.
La necesidad de educación
El documento preparatorio del Sínodo abordó la necesidad de la formación de sacerdotes y laicos. "El desafío fundamental que encuentran las familias hoy es seguramente aquel educativo, que se convierte en más difícil y complejo por la realidad cultura de hoy", señala la Relatio.
En ese sentido "la Iglesia puede desarrollar un papel importante de apoyo a las familias, comenzando por la iniciación cristiana, a través de comunidades acogedoras".
"A esta pide, hoy más que ayer, en las situaciones complejas como en las ordinarias, de sostener a los padres en su compromiso educativo, acompañando a los niños, adolescentes y jóvenes en su crecimiento a través de caminos personalizados capaces de introducir al sentido pleno de la vida y de suscitar elecciones y responsabilidad, vividas a la luz del Evangelio", indica.
La educación es un asunto crucial incluso cuando la relatio habla de la posibilidad de acelerar el procedimiento de nulidad matrimonial, que ha sido solicitada por muchos, pero que requiere además de "la preparación de suficientes operadores, clérigos y laicos con dedicación prioritaria, se pide el aumento de la responsabilidad del obispo diocesano, el cual en su diócesis podría encargar a un sacerdote debidamente preparado que pueda gratuitamente aconsejar a las partes sobre la validez del matrimonio".
En lo que concierne a los divorciados, el documento señala que "en el Sínodo ha resonado la clara necesidad de opciones pastorales valientes". Pero antes de eso, el documento ha puesto de relieve que el acompañamiento pastoral se inicia con la preparación para el matrimonio y que "vaya más allá de la celebración del sacramento".
En este acompañamiento es de gran importancia "la presencia de parejas con experiencia". "Es necesario animar a las parejas con una actitud fundamentalmente de recepción al gran don de los hijos. Se subraya la importancia de la espiritualidad familiar y de la oración".
El documento también abordó la transmisión de la vida y concluye que "se debe ayudar a vivir la afectividad, también en el vínculo conyugal, como un camino de madurez, en la siempre más profunda aceptación del otro y en una donación siempre más plena".
Cuidado pastoral y parejas irregulares
Mucho énfasis se dio a este tema durante las Congregaciones Generales. El Cardenal Erdo explicó que fue difícil resumir todas las intervenciones, donde los obispos expresaban su preocupación por las parejas en estado irregular.
El Relator General dijo que "se necesita un especial énfasis en los valores del matrimonio vivido según el plan de Dios. Esto, obviamente, fue reconocido en este texto, pero probablemente tiene un impacto aún más importante en el mundo. Estoy convencido de que esta información se verá en la próxima discusión".
Al inicio, el documento está dedicado al Evangelio de la Familia, el cual "resplandece gracias al testimonio de tantas familias que viven con coherencia la fidelidad al sacramento, con sus frutos maduros de auténtica santidad cotidiana, nutre además estas semillas que todavía esperan madurar, y debe sanar aquellos árboles que se han marchitado y piden no ser descuidados".
"En este sentido, una nueva dimensión de la pastoral familiar actual, consiste en captar la realidad de los matrimonios civiles y, hechas las debidas diferencias, también de las convivencias".
Lejos de ser un apoyo a este tipo de uniones, el documento se ha comprometido en forma positiva a evaluar el tema, con el fin de acompañar a estas parejas "en el desarrollo hacia el sacramento del matrimonio." Asimismo, destacó que la cohabitación y las uniones de hecho se difunden más debido a la pobreza material.
El documento también señala que entre los retos pastorales está el cuidado de las familias heridas. "Cada familia herida debe ser primero escuchada con respeto y amor", señala. "Un tal discernimiento es indispensable para los separados y divorciados", cuyo sufrimiento debe ser respetado.
En ese sentido, llama a invitar a los divorciados que no se han vuelto a casar a encontrar "en la Eucaristía el alimento que los sostenga en su estado", mientras que los divorciados en nueva unión "requieren un discernimiento atento y un acompañamiento lleno de respeto, evitando cualquier lenguaje o actitud que les haga sentir discriminados".
En lo que se refiere al acceso a la Comunión, se han presentado varias propuestas. Hay quienes están a favor de los actuales reglamentos debido a su fundamento teológico, otros estaban a favor de una mayor apertura en condiciones muy precisas, y también están quienes proponen un camino penitencial antes de un nuevo acceso al Sacramento Eucarístico.
La relatio también abordó la cuestión del número cada vez mayor de personas que viven juntos para experimentar, o los matrimonios arreglados por las familias. Frente a estas situaciones, la Iglesia está llamada a "ir al encuentro de quien siente la necesidad de reemprender su camino de fe, aunque no sea posible celebrar el matrimonio canónico".
Todos estos puntos serán debatidos durante los círculos menores, se indicó.
Homosexualidad
El documento señala que "las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana" y que "la cuestión homosexual nos interpela a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realísticos de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión sexual".
De acuerdo con los padres sinodales, este es "un importante desafío educativo". "La Iglesia, por otra parte, afirma que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer", expresa el documento.
Los obispos también advierten que es inaceptable "que se quieran ejercitar presiones sobre la actitud de los pastores o que organismos internacionales condicionen ayudas financieras a la introducción de normas inspiradas a la ideología de género".
"No hay nada nuevo", señaló el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gehrard Ludwig Mueller, este 13 de octubre, al recordar que "la Iglesia no rechaza a los homosexuales" y "siempre se preocupaba de ellos desde el punto de vista pastoral. Y por otro lado, no podemos decir que una pareja gay es realmente una pareja o puede formar una familia".
"La Iglesia no comparte que la palabra 'familia' se pueda aplicar a una unión homosexual", señaló por su parte el Secretario del Sínodo, Mons. Bruno Forte. El Prelado agregó que "es evidente que las personas tienen derechos humanos, y estos derechos deben ser protegidos".
Finalmente, el documento señala que las reflexiones propuestas son fruto del diálogo llevado en gran libertad y escucha recíproca que "buscan plantear cuestiones e indicar perspectivas que deberán ser maduradas y precisadas por las reflexiones de las Iglesias locales en el año que nos separa de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos prevista para octubre de 2015".
"No se trata de decisiones tomadas, ni de perspectivas fáciles. Sin embargo, el camino colegial de los obispos y la implicación de todo el pueblo de Dios bajo la acción del Espíritu Santo, podrán guiarnos para encontrar vías de verdad y de misericordia para todos. Es la esperanza que desde al comienzo de nuestros trabajos el Papa Francisco nos ha dirigido invitándonos a la valentía de la fe y a la acogida humilde y honesta de la verdad en la caridad", señala el texto.
El texto completo se encuentra en https://www.aciprensa.com/Docum/RelatioPostDisceptationem.pdf