Durante la Segunda Congregación General del Sínodo de la Familia celebrada ayer en la tarde, los obispos expresaron su rechazo al clericalismo y llamaron a los pastores a preocuparse por el servicio y por imitar a Cristo, pues este testimonio es el que hará que los fieles vuelvan a la Iglesia.
Durante las ponencias los obispos abordaron la necesidad de acompañar pastoralmente a las parejas en dificultades. Sin embargo, "otro punto esencial ha sido el rechazo del clericalismo", pues a veces parece que dentro de la Iglesia hay más preocupación por el poder que por el servicio "y por eso no inspira los corazones de los seres humanos".
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"Es necesario, entonces, volver a imitar a Cristo, volver a encontrar la humildad: la reforma de la Iglesia debe comenzar por la reforma del clero, porque si los fieles ven que sus pastores imitan a Cristo, volverán a acercarse a la Iglesia, que pasará solamente de evangelizar a ser 'evangelizadora'", aseguraron los obispos.
Este llamado de los padres sinodales va en sintonía con las exhortaciones que el Papa Francisco dirige constantemente a obispos y sacerdotes, como el discurso que el 8 de septiembre dio a los obispos de Camerún en visita ad limina.
En aquella ocasión, el Pontífice invitó a los obispos a ser padres atentos con sus sacerdotes para que éstos eviten las tentaciones "del poder, de los honores y del dinero", pues es esencial que el clero ''de testimonio de una vida habitada por el Señor, coherente con las exigencias y los principios del Evangelio''.