El Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Arzobispo Carlos Aguiar Retes, señaló que el drama familiar de la migración es uno de los temas principales que aportarán los obispos latinos durante el Sínodo Extraordinario de la Familia, que se celebra en el Vaticano del 5 al 18 de octubre.
"El tema de la migración trae como consecuencia ruptura de muchas familias. Sea entre esposo y esposa, se entre padres e hijos, esto está siendo un drama muy fuerte en algunos países de América Latina", explicó a los periodistas Mons. Aguiar al concluir las primeras reuniones del Sínodo celebradas el 6 de octubre por la mañana.
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"Otro tema derivado de la migración es también, lamentablemente, un problema muy fuerte de secuestro de personas, porque quedan sin identidad en la migración cuando transitan por los países ilegalmente. Los migrantes son objeto de secuestro, de muerte, de la trata para el abuso sexual de las personas", lamentó. En efecto, cada año más 350 mil migrantes atraviesan México en busca de alcanzar los Estados Unidos y Canadá.
El Arzobispo mexicano hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa celebrada en la Oficina de Prensa de la Santa Sede junto a otros padres sinodales, entre ellos el Relator General del Sínodo, Arzobispo Peter Erdo; el Secretario especial del Sínodo, Mons. Bruno Forte; y uno de los presidentes delegados, Cardenal Andrè Vingt-Trois.
Mons. Aguiar informó que el CELAM desarrolla desde hace años un programa pastoral dedicado especialmente a la familia, de modo que durante el Sínodo Extraordinario de la Familia se buscarán algunos puntos de convergencia.
Además, durante el mes de agosto los obispos latinos celebraron un congreso en Panamá a nivel continental dedicado a la preparación del Sínodo. En este sentido, los obispos latinoamericanos llegaron preparados a Roma para debatir las problemáticas que hoy día atraviesa la familia.
"Allí surgieron aspectos que seguramente los padres sinodales latinoamericanos van a sacar en las primeras relaciones de círculos menores, o incluso, en algunas intervenciones", dijo Mons. Aguiar.
El Arzobispo afirmó que otro tema que preocupa especialmente a los obispos latinos "es que somos la región del mundo más inequitativa, no siendo la más pobre en el mundo. Y esa inequidad se manifiesta fuertemente en la ausencia de una educación de calidad en muchísimos sectores de América Latina, que trae como consecuencia el florecimiento de la abundancia de situaciones de violencia intrafamiliar".
"También es otro fenómeno amplio en América Latina y que crece con intensidad el que haya hogares, familias, cuya cabeza es solamente una mujer que tiene que sacar adelante a los hijos", consideró.
Por otro lado, el padre sinodal quiso recordar la frase que el Papa Francisco ha puesto de relieve en su la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium para la renovación de la Iglesia: "la necesidad de un constante discernimiento pastoral". "No es simplemente que una persona en lo individual esclarezca razones para tomar decisiones, sino que una comunidad ponga sus situaciones a la luz de su fe, y desde allí descubra la razón y la conveniencia de sus decisiones".
"Cuando el Papa Francisco nos llama a renovar nuestro modo de ser Iglesia y poner atención al discernimiento pastoral, vemos que él, dentro de su responsabilidad como cabeza de la Iglesia visible, está ejercitando lo mismo al habernos convocado a este Sínodo extraordinario desde un camino previo de consulta y en orden a un siguiente paso, que será el Sínodo del próximo año", subrayó.
Para Mons. Aguiar durante el Sínodo extraordinario, es fundamental que el discernimiento tenga su pedagogía, y que recoja realmente las situaciones que vive hoy el mundo, en este caso la familia y el servicio que presta esta institución específicamente para la transmisión de la fe y para los valores.
"En este sentido estamos hoy realizando un trabajo de discernimiento pastoral de relevancia para la vida de la Iglesia y la sociedad", concluyó.