El Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Arzobispo Ricardo Blázquez, expresó su cercanía con la enfermera infectada por ébola del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid, lugar en el que el pasado 25 de septiembre murió el misionero español Manuel García Viejo, que había sido repatriado desde Sierra Leona.
En declaraciones a ACI Prensa el 6 de octubre, poco después de ser confirmado el caso por el Instituto Carlos III de Madrid, Mons. Blázquez señaló que "en relación con este misionero y con esta enfermera, quiero expresar mi gratitud por la humanidad que han mostrado y también por una humanidad impregnada de fe. Son servidores eficaces de los necesitados".
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"Hacernos cercanos con nuestro afecto y nuestra esperanza y pedir que los medios de curación podamos tenerlos pronto de manera eficaz y que lleguen a todos los que los necesiten", subrayó Mons. Blázquez desde la ciudad de Roma, donde participa en el Sínodo de la Familia que se celebra del 5 al 19 de octubre.
La enfermera afectada por el virus del ébola se llama Teresa Romero Ramos, tiene 44 años de edad e ingresó anoche en el mismo hospital donde formó parte del equipo de asistencia de los dos sacerdotes españoles muertos por ébola que pertenecían a la Orden de San Juan de Dios.
El primer afectado en llegar a España fue el Padre Miguel Pajares, fallecido el pasado 12 de agosto. El sacerdote contrajo la infección al entrar en contacto con el director del Hospital de San José en Monrovia (Liberia), el camerunés Patrick Nshamdze, que también falleció.
"Sencillamente la enfermedad, esta epidemia de ébola, nos afecta a todos profundamente. Yo conocí a uno de los hermanos de San Juan de Dios que murió, tuve relación también a través de los superiores en esas dos situaciones", recordó Mons. Blázquez.
El caso de la enfermera española es el primero confirmado en ese país y en Europa. Se cree que esta mujer habría contraído la enfermedad durante las dos veces que entró en la habitación del misionero. Lo hizo con el equipo adecuado de protección individual y no existe constancia de exposición accidental, según explicó a los medios el director general de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, Antonio Alemany.
La enfermera se fue de vacaciones al día siguiente de la defunción del P. García Viejo y regresó al hospital pocos días después con fiebre. No salió de la ciudad de Madrid.
Por precaución, el esposo de la enfermera y otra auxiliar sanitaria del hospital están siendo aislado y analizado como otro posible caso sospechoso de ébola. Las autoridades explicaron el 7 de octubre que la enfermera recibirá un tratamiento con un suero hiperinmune de un donante convaleciente, y el antiviral Favipiravir.