Un panel de expertos señaló recientemente que la propuesta del Cardenal Walter Kasper, de permitir la Comunión para los divorciados en nueva unión, es una solución defectuosa para la necesidad de la Iglesia de abordar los desafíos pastorales de la vida matrimonial y la familia.
Mucha de la cobertura del próximo Sínodo Extraordinario de los Obispos sobre la Familia, que comienza el 5 de octubre, se ha enfocado en la propuesta del Cardenal Walter Kasper de permitir la Comunión para los divorciados en nueva unión civil después de un periodo de penitencia.
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La idea de que la Iglesia podría cambiar su doctrina o disciplina ha generado revuelo en los medios de comunicación, y ha eclipsado ampliamente los otros temas que abordará el Sínodo, sobre el desafío pastoral de cómo ayudar a construir matrimonios y familias más fuertes.
Sin embargo, un panel de autores católicos se unió en una teleconferencia el 30 de septiembre para abordar las que consideran deficiencias en la propuesta del Cardenal Kasper.
Entre los expertos se encontraban el Cardenal Raymond Burke, Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; el P. Joseph Fessio, fundador de la editorial Ignatius Press; el P. Robert Dodaro, presidente del Instituto Patrístico en Roma; James Hitchcock; Helen Hull Hitchcock; y el Dr. Stephan Kampowski del Instituto Juan Pablo II en Roma.
El Cardenal Raymond Burke señaló que "si la familia no es fuerte, si el matrimonio no es estable y fuerte, entonces toda la sociedad en sí misma está en gran peligro, y así lo vemos en nuestra propia experiencia".
El Cardenal Burke fue uno de los que contribuyó a los ensayos compilados en el libro "Remaining in the Truth of Christ: Marriage and Communion in the Catholic Church" (Permaneciendo en la verdad de Cristo: Matrimonio y comunión en la Iglesia Católica), que fue una respuesta pública a la propuesta del Cardenal Kasper.
El Cardenal Burke explicó que fue una respuesta al pedido del Cardenal Kasper de "un diálogo" sobre el matrimonio.
"Llegamos a la conclusión que la dirección propuesta por el Cardenal Kasper es fundamentalmente defectuosa, y por eso creemos que nuestro libro es una contribución positiva para devolver al camino correcto a esta discusión".
El Cardenal Kasper, dijo, está "alentando una dirección que, en toda la historia de la Iglesia nunca ha sido tomada" e involucraría una "desobediencia o al menos una adherencia incompleta" a las enseñanzas de Jesucristo sobre la indisolubilidad del matrimonio en el Evangelio.
El Cardenal Burke explicó que el Sínodo Extraordinario no tomará ninguna decisión –eso está reservado para el Sínodo Ordinario que seguirá en 2015–, pero sus preparativos "fijarán la dirección para la sesión ordinaria. Desde ese punto de vista, debe ser tomado seriamente".
La posición del Papa Francisco
El Cardenal Burke también desestimó la afirmación del Cardenal Kasper de que aquellos que lo critican estaban en verdad atacando al Papa Francisco. El Cardenal Burke calificó de "indignante" que cualquier Cardenal se alegue la autoridad de hablar en representación del Santo Padre.
"Encuentro sorprendente que el Cardenal (Kasper) afirme hablar por el Papa", dijo el Cardenal Burke. El Papa no tiene laringitis. El Papa es capaz de enseñar y hablar por sí mismo. Si esto es lo que quiere, él lo dirá".
El Papa Francisco ha asegurado que la Iglesia no puede dar la Comunión a los divorciados en nueva unión civil desde su época como Cardenal Arzobispo de Buenos Aires. Sus ideas sobre el tema fueron impresos en una larga entrevista biográfica con dos periodistas argentinos, publicada originalmente en un libro llamado "El Jesuita".
Esa posición parece ser permanecido consistente con el recuerdo del Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, que dijo que el Papa Francisco le señaló durante la reciente visita ad limina que una persona que está divorciada y civilmente en nueva unión "no puede recibir los sacramentos", pero que la Iglesia "siempre puede encontrar formas de ser más acogedora".
El sacerdote jesuita Joseph Fessio dijo que el estilo de liderazgo del Papa Francisco es "escuchar y permitir a lados diferentes expresarse, en la esperanza de que la verdad saldrá".
El P. Fessio explicó que aparte del tema de la Comunión, no hay una "discrepancia total" con la teología del Cardenal Kasper.
"Hay mucha área de acuerdo aquí sobre preguntas fundamentales sobre la familia, los sacramentos del matrimonio, etc.", dijo.
Falsas expectativas
Sin embargo, el Cardenal Burke señaló que un problema negativo ha sido la promoción en los medios de comunicación de expectativas falsas debido a la intervención del Cardenal Kasper, creando la percepción de que la Iglesia puede cambiar su enseñanza o disciplina.
"Los sacerdotes y Obispos me han dicho que esto ha creado una dificultad para ellos, porque se están presentando quienes están en uniones irregulares y quienes (piensan ellos) entienden que ahora pueden recibir los sacramentos. Pero eso solo puede venir de los medios de comunicación", dijo.
El Cardenal Burke advirtió que la Iglesia no puede tener diferencias entre sus enseñanzas y sus disciplinas, tales como hacer más fáciles las nulidades a expensas de determinar la verdad de si hubo un matrimonio válido o no, porque 'la gente no es estúpida'".
El Cardenal señaló que la gente llegará a la conclusión de que las enseñanzas de la Iglesia son una cosa pero es "hipócrita en su práctica".
El historiador James Hitchcock se mostró de acuerdo con lo señalado por el Cardenal Burke, indicando que la gente "está influenciada mucho por lo que ve".
"Si ellos ven gente divorciada, en nueva unión y siendo admitidos a los sacramentos, no se van a involucrar en algunas preguntas doctrinales. Ellos van a decir 'ves, la Iglesia ahora reconoce esto'".
El P. Dodaro, editor de "Permaneciendo en la verdad de Cristo", dijo que la propuesta del Cardenal Kasper, de ser implementada, impactaría negativamente en la credibilidad de la voz de la Iglesia durante la preparación del matrimonio.
El sacerdote dio el ejemplo de un sacerdote que habló con una pareja en preparación para el matrimonio sobre que este sacramento los hace "una carne en Cristo"
"Entonces, al final de esa sesión… el hombre joven le dice a la mujer 'mis padres están divorciados y vueltos a casar y van a la Comunión. Así que, ¿cuál es el gran problema?'".
El P. Fessio señaló que ha habido algunas "consecuencias positivas" como resultado de la intervención del Cardenal Kasper, que se enfocó en un "tema muy pequeño con respecto a la familia en todo el mundo".
"Creo que la atención mundial ha sido atraída a este Sínodo en una forma que de otra forma no se habría hecho", dijo.
"Ahora, hay esta tremenda oportunidad para este Sínodo… de hacer frente a tremendos, prácticos problemas pastorales que la familia está enfrentando en nuestra sociedad".
El Cardenal Burke dijo que ha sido abordado por personas con varias preocupaciones y acercamientos pastorales, que él espera que sean discutidos y subrayados durante el Sínodo.
"Eso espero, pero no he visto aún un programa para la discusión".
El P. Dodaro dijo que el Sínodo puede proveer a la Iglesia de una "buena llamada de atención" para enfocarse sobre el matrimonio y la familia.
El sacerdote indicó que la Iglesia tiene una riqueza de abundante material sobre el matrimonio y la familia que los fieles y la sociedad necesitan recordar, e indicó que Benedicto XVI pidió a los pastores buscar a los divorciados en nueva unión y "hacerlos sentir bienvenidos en las parroquias".
El P. Dodaro añadió que el Papa Francisco a pedido a los obispos africanos en abril de este año que implementen la visión de San Juan Pablo II en la Familiaris Consortio.
"Tenemos la enseñanza", dijo, "la cuestión, realmente, es encontrar las estrategias pastorales para implementarlas más efectivamente".