Un noviazgo tormentoso puede acabar en malos tratos durante la vida matrimonial. Luca Pasquale, miembro del Pontificio instituto Juan Pablo II de Roma para los estudios sobre el matrimonio y la familia, compartió con ACI Prensa algunas claves para detectar los síntomas de un noviazgo que afectará luego la vida matrimonial.
Según explica Pasquale, autor de varias publicaciones dedicadas al cuidado familiar, el maltrato afecta todas las clases sociales, edades, pequeños pueblos y grandes metrópolis y no distingue de profesión o éxitos alcanzados.
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Pasquale señala que durante el noviazgo cualquier acto de violencia es inaceptable, no debe ser tolerado, y debe ser denunciado inmediatamente tanto durante el noviazgo como el matrimonio. "La frase 'estaba nervioso' no es una excusa para levantar la mano", subraya.
"Si la persona que tenemos al lado demuestra con sus palabras y su comportamiento, que no tiene ninguna estima por nosotros, significa que las cosas no funcionan. Menospreciar a una persona y ponerla en condiciones de sumisión, como impedir que tenga trabajo, amistades, criticarla y ridiculizarla, son otras formas sutiles de violencia que perjudican a la pareja", añade.
Para Pasquale, quien además es experto en familia del Centro para la Pastoral Familiar de la Diócesis de Roma, otro ejemplo de señales negativas en el noviazgo es que la persona a quien estemos vinculados mienta sistemáticamente, oculte algo o esconda parte de su vida. "Si esto ocurre, entonces deberíamos interrogarnos, porque en la pareja esto no debería suceder", agrega.
"No es una buena señal avergonzarse de lo que contiene nuestro teléfono: mensajes, llamadas, fotos… la vida, sueños, deseos, contactos, relaciones personales de cada uno de los dos componentes de la pareja deben ser transparentes".
El experto afirma que para formar parte de un noviazgo sano el respeto por la persona debe ser la base de la relación, y después viene todo lo demás: "amor, sacrificio el uno por el otro, compartir la vida los proyectos de la vida...".
Si no hay respeto por la persona, dice Pasquale, la pareja está en riesgo de convertirse en algo como "un objeto para ostentar frente a sus compañeros, y en este caso, una hermosa chica no tendría gran diferencia de tener un buen teléfono o un buen auto", lamenta.
Por último Pasquale recuerda que los valores que promueve la Iglesia son fundamentales para todos a la hora de alcanzar un noviazgo sano que dé lugar a un matrimonio y una familia unidos.
"Sin duda, en la educación están disminuyendo los valores de referencia que deben guiar una relación. Un valor es un pilar en las elecciones: necesitamos por lo menos un punto de referencia. La fe cristiana indica los valores que se pueden aplicar a todos: creyentes y no creyentes", concluye.