El P. José María "Pepe" Di Paola, coordinador de la Comisión Nacional para la Drogadependencia y conocido por su labor en las villas de emergencia, realizó duras críticas a la propuesta del titular de la Sedronar, el también sacerdote Juan Carlos Molina, quien anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para despenalizar del consumo de drogas.
"No estoy de acuerdo con la despenalización y el Papa tampoco", aseguró el cura villero durante una entrevista en el programa Guetap, de Radio Vórterix. Para el sacerdote, "no es el momento" de abrir el debate sobre este tema. También consideró que la propuesta "no tiene que ver con lo que nosotros estamos viviendo y trabajando día a día".
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El Padre di Paola es conocido por su trabajo en la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé que sirve a las villas 21-24 de Buenos Aires en donde vive mucha gente pobre de la ciudad. En el año 2009 fue amenazado de muerte tras una campaña que impulsó con otros presbíteros contra las drogas. Pese a los peligros a los que estaba expuesto, decidió quedarse en el lugar y seguir sirviendo.
Sobre su amistad con el Papa Francisco, el sacerdote contó hace unos meses a ACI Prensa que "lo conocí en el año 95 cuando recién llegaba como Obispo y él fue quien me encaminó a trabajar en la villas y en eso momento hubo una amistad, un compromiso muy grande".
En la entrevista con la Radio Vórterix, el sacerdote dijo también que "todos los que trabajamos en el terreno estamos habituados a convivir con este tema. El tema acá no es si la despenalización está bien o está mal. En este momento, plantearlo está mal".
El "cura villero", como también es conocido el P. di Paola, defendió sus argumentos con que todavía falta mucho trabajo, tanto desde el Estado como de la sociedad civil, en términos de inclusión: "según un estudio de la Universidad de San Martín, más de 200.000 jóvenes del gran cordón [n. de r.: del conurbano bonaerense] no estudian ni trabajan. Entonces, cuando la droga es una oferta cercana, puede hacer que muchos chicos empiecen en el consumo y vean la posibilidad de tenerla más cerca sin ningún tipo de problema".
El sacerdote criticó a quienes defienden la despenalización porque no quieren criminalizar al que consume: "Han criminalizado al adicto cuando ha nacido en un barrio donde no hay un colegio, donde no hay un club, donde es muy común tener un arma... Eso es criminalizar al adicto. Cuando se abandonan las poblaciones, entonces los narcos empiezan a tener sus lugares propios. Eso es criminalizar".
El Padre Pepe también sugirió su disconformidad con la tarea de Molina al frente del Sedronar: "Si vos me decís que se han hecho cuatro años de política de inclusión, desde Sedronar o desde otros lugares, y que eso ha tenido un efecto, ahí podemos charlar de otra manera. Pero me parece que saca los temas en forma inadecuada".
"¿Por qué no se trabaja primero seriamente en incluir a los chicos? Después hablamos de despenalizar", añadió el sacerdote, que actualmente trabaja en la capilla Virgen de Luján, de La Cárcova, en San Martín en la provincia de Buenos Aires.