Ante la retirada de la reforma de la ley del aborto por parte del Gobierno de España, el Obispo de San Sebastián, Mons. Jose Ignacio Munilla ha enviado una carta titulada 'La voz de los sin voz' en donde califica esta decisión política como de "implicaciones morales muy graves" ya que esta medida "condena a cientos de miles de vidas humanas al más absoluto de los desamparos". El Obispo de San Sebastián explica en su carta que "el derecho a la vida no es un derecho más, sino uno anterior a todos los derechos, y sobre el que se sustentan todos los demás".

 

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En ese sentido el Prelado afirma que "el juicio moral de las políticas desarrolladas por un gobierno no se circunscribe a la tutela de la vida", algunos partidos son más sensibles hacia valores éticos y otros hacia valores morales, "pero cuando lo que está en juego es el mismo derecho a vivir, no cabe entender que estemos ante una cuestión más, entre tantas otras". 

 

El aborto es, según ha dicho Mons. Munilla "el mayor de los dramas morales de nuestra sociedad" ya que "cada día son exterminadas en España más de trescientas vidas humanas, a las que se les niega el más elemental de los derechos: el derecho a vivir. Y esto se hace bajo el amparo de un ley inicua que reconoce el derecho a abortar, es decir, el derecho a matar".

 

Y ha explicado que actualmente los creyentes españoles "tienen un serio problema" ya que en el arco parlamentario actual no existe ningún partido de ámbito estatal capaz de representar al voto católico. "Para decirlo claramente: un católico que aspire a ser fiel a los principios de la Doctrina Social Católica, no puede votar en coherencia a los partidos políticos de ámbito nacional presentes en el actual Congreso de Diputados", ha declarado.

 

El Obispo ha recordado que cuando el Partido Popular estaba en la oposición manifestó su desacuerdo con la ley abortista de Zapatero, pero que con la decisión de no presentar la reforma de la ley del aborto ahora está asumiendo "la aberración de considerar al aborto como un derecho humano" y puntualiza también que "no existen en el mundo otro estado que considere el aborto como un derecho en su legislación".

 

Y ha asegurado que "desgraciadamente, no es la primera vez que se produce una deriva semejante en el Partido Popular. Los hechos demuestran que la supuesta "izquierda" es la que termina marcando el camino a la supuesta "derecha". Cada vez existen menos diferencias ideológicas reales entre los partidos políticos".

 

En  ese sentido el Prelado afirma que esta decisión del Presidente de Gobierno reabre el debate existente en la Iglesia Católica sobre el tipo de presencia deben de tener los católicos en la vida política.  "¿Es coherente que los católicos se integren en partidos políticos que acogen en sus programas propuestas diametralmente contrarias a los valores evangélicos? ¿Pueden los católicos votar a partidos políticos que están en esta situación, basándose en el principio del "mal menor"?", pregunta en su carta el Obispo.

 

Ha precisado que "por el camino del 'mal menor' se termina llegando al 'mal mayor', porque "Jesucristo nos enseñó a apostar por el bien; no por el mal menor".

 

Y ha recordado que muchos militantes del Partido Nacionalista Vasco se dieron de baja cuando este partido asumió los postulados abortistas, por lo que tampoco le cabe duda pasará algo similar en el Partido Popular. 

 

"Estamos ante un test importante para medir nuestra jerarquía de valores: ¿La ideología por encima de los valores morales? ¿O los valores morales por encima de la ideología? No caben las componendas; hay que optar", ha afirmado el Obispo.

 

Y por eso el Prelado ha subrayado que el papel del los Obispos es "la iluminación moral, y no la conformación de alternativas políticas" y que "la vocación de los laicos católicos, a diferencia de los sacerdotes y Obispos, es la de hacerse presentes en la vida pública proponiendo alternativas políticas, capaces de encarnar de forma coherente en la vida pública los principios que inspiran la Doctrina Social Católica".

 

Unas reflexiones que, según ha dicho Mons. Munilla, sirven para católicos, miembros de otras confesiones religiosas y a los "no pocos ciudadanos no creyentes que apuestan por la integridad de los valores morales, incluyendo el de la inviolabilidad de la vida humana en el seno materno".