Cientos de miles  de personas han participado a la Misa de acción de gracias por la beatificación del beato Álvaro del Portillo en Madrid. La ha presidido el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, junto con Cardenales y Obispos. 

 

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Mons. Echevarría ha afirmado en la homilía que "la muchedumbre presente ayer en este lugar, muy en comunión con el Papa Francisco y con todos los que nos acompañaban desde los cuatro puntos cardinales, no era propiamente una muchedumbre sino una reunión familiar, unida por el amor a Dios y el amor mutuo".

 

"Mirando la vida santa de don Álvaro, descubrimos la mano de Dios, la gracia del Espíritu Santo, el don de un amor que nos transforma", ha dicho el Prelado y ha recordado una oración repetían san Josemaría y el nuevo Beato: "Dame, Señor, el Amor con que quieres que te ame" y ha añadido que de esta manera "sabré amar a los demás con tu Amor, y con mi pobre esfuerzo. Los demás descubrirán en mi vivir la bondad de Dios, como ocurrió en el caminar diario de don Álvaro". 

 

Cuando Mons. del Portillo tenía 25 años ya era "saxum", roca, para san Josemaría, el nuevo beato repetía que "la trinidad de la tierra nos llevará a la Trinidad del Cielo", repetía don Álvaro según la enseñanza y la experiencia del Fundador del Opus Dei en el sentido de que Jesús, María y José nos conducen al Padre y al Espíritu Santo; en la humanidad santa de Jesús descubrimos, inseparablemente unida, la divinidad.

 

El Prelado del Opus Dei ha recordado también que precisamente hoy el Santo Padre dedica a la oración por la familia por lo que ha pedido unirse en la oración "en esa 'comunión de amor', esa 'escuela' del Evangelio que es la familia".

 

"Al dar gracias a don Álvaro, damos gracias a sus padres que le han acogido y educado, que han preparado en él un corazón sencillo y generoso para recibir el amor de Dios, y responder a su llamada", ha precisado. 

 

Mons. Echevarría también ha agradecido a los padres y madres de familia que han participado tanto en la beatificación como en la misa de acción de gracias y les ha dicho: "El Señor os ama, el Señor se halla presente en vuestro matrimonio, imagen del amor de Cristo por su Iglesia. Sé que muchos de vosotros os dedicáis generosamente a apoyar a otros matrimonios en su camino de fidelidad, a ayudar a muchos otros hogares a ir adelante en un contexto social muchas veces difícil y hasta hostil. ¡Ánimo! Vuestra labor de testimonio y de evangelización es necesario para el mundo entero" y ha recordado las palabras de Benedicto XVI: "La fidelidad a lo largo del tiempo es el nombre del amor".

 

Tomando unas palabras del Beato Álvaro del Portillo, el Prelado del Opus Dei ha asegurado que "la mejor muestra de agradecimiento consiste en hacer buen uso de los dones recibidos", y ha recordado que el Papa Francisco decía que "en la oración, el Señor nos hace sentir este amor, pero también a través de numerosos signos que podemos leer en nuestra vida, a través de numerosas personas que pone en nuestro camino. Y la alegría del encuentro con él y de su llamada lleva a no cerrarse, sino a abrirse; lleva al servicio en la Iglesia".

 

"La muchedumbre de estos días, los millones de personas en el mundo, y tantas que ya nos esperan en el Cielo, dan también testimonio de la fecundidad de la vida de don Álvaro. Os invito, hermanas y hermanos, a estar, a desenvolveros en el amor del Señor: en la oración, en la Misa y la Comunión frecuente, en la confesión sacramental, para que, con esa fuerza de la predilección divina, sepamos transmitir lo que hemos recibido, y llevarlo a cabo mediante un auténtico apostolado de amistad y confidencia", ha pedido el Prelado.

 

Y ha subrayado también las palabras que el Papa Francisco envió a los participantes de la beatificación: "No podemos quedarnos con la fe para nosotros mismos, es un don que hemos recibido para donarlo y compartirlo con los demás"; y añadía que el beato Álvaro "nos anima a no tener miedo de ir a contracorriente y de sufrir para anunciar el Evangelio", y también que "nos enseña además que en la sencillez y cotidianidad de nuestra vida podemos encontrar un camino seguro de santidad".

 

También ha pedido a los presentes que se encomienden a la Virgen María para que "nos ayude, como lo hizo con el beato Álvaro, a seguir la invitación del Sucesor de Pedro: 'Dejarse amar por el Señor, abrir el corazón a su amor y permitir que sea él que guíe nuestra vida', como tantas veces san Josemaría pidió a la Virgen de la Almudena".