El Centro Internacional para el Diálogo Interreligioso e Intercultural Rey Abdalá bin Abdulaziz (KAICIID), con sede en Nueva York (EE.UU) formuló ayer una declaración de principios, para enfrentar conjuntamente la violencia y la crisis humanitaria en el norte de Irak y Siria, así como en otras regiones del mundo.
La declaración fue también aprobada por unanimidad por el Consejo de Administración del KAICIID, en el que están representadas las principales religiones del mundo: budismo, cristianismo, hinduismo, islam y judaísmo.
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El texto está también firmado por los ministros de Exteriores de Austria, Arabia Saudita y España, así como por el Padre Miguel Ángel Ayuso Guixot, M.C.C.J., Secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, en calidad de Observador de la Santa Sede.
''Frente al conflicto'' es el título de la Declaración que reproducimos a continuación gracias al Vatican Information Service:
''Creemos en la santidad de la vida y de la dignidad inherente a la persona. Creemos que la religión favorece el respeto y la reconciliación. Creemos que el diálogo entre personas de diferentes religiones y culturas es el camino hacia la paz y la cohesión social duradera.
Afirmamos los propósitos y principios consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en particular el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Estos derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana son el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo.
Condenamos los conflictos violentos en el mundo y, todavía más, la violencia cometida en nombre de la religión; pedimos el fin de la hostilidad violenta. Deploramos la pérdida de vidas y elogiamos a los que tratan de aliviar el sufrimiento, así como aquellos que se esfuerzan por promover el bienestar, la armonía y la paz. Nos oponemos a la instrumentalización de la religión para hacer la guerra.
Condenamos enérgicamente el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, sea quien sea el que lo cometa, y cualesquiera que sean qué propósitos. Condenamos el discurso del odio y del extremismo que incitan a la violencia y alimentan el prejuicio. El KAICIID combate los prejuicios y la intolerancia, en todas sus formas.
El KAICIID se propone contrarrestar el abuso de la religión para justificar la opresión, la violencia y el conflicto y facilitar la resolución pacífica llamando a las partes en conflicto a la mesa de diálogo. Seguiremos mejorando el diálogo interreligioso e intercultural con el fin de fomentar el respeto, la comprensión y la cooperación entre las personas.
Decidimos promover el respeto mutuo y la comprensión entre los seguidores de todas las religiones y los pueblos de todas las culturas, en particular a través del diálogo. Mirémonos unos a otros como hermanos y hermanas y apreciemos la diferencia como enriquecimiento en lugar de temer la 'alteridad' como una amenaza".