El Obispo de Alcalá de Henares (España), Mons. Juan Antonio Reig Plá, ha enviado una carta titulada "Llamar las cosas por su nombre", en la que se pronuncia sobre la reciente decisión del gobierno de España de no sacar adelante la reforma de la Ley del aborto.
"Mantener el derecho al aborto quiebra y deslegitima el supuesto estado de derecho convirtiéndolo, en nombre de la democracia, en una dictadura que aplasta a los más débiles. Ninguna ley del aborto es buena", ha dicho el Obispo de Alcalá recordando las palabras de la Constitución Pastoral Gaudium et spes.
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Mons. Reig Plá ha denunciado "con todo respeto a su persona, que el Presidente del Gobierno ha actuado con deslealtad respecto a su electorado al no cumplir su palabra en esta materia, explicitada en su programa electoral".
"También ha actuado con insensatez pues ha afirmado que lo sensato es mantener el 'derecho al aborto', es decir, el derecho a matar a un inocente no-nacido, el crimen más execrable".
En ese sentido, el Prelado ha asegurado que Mariano Rajoy también "ha faltado a la verdad, pues su partido tiene mayoría absoluta en el Parlamento y, sin embargo, afirma que no hay consenso, algo que no ha aplicado a otras leyes o reformas infinitamente menos importantes".
Mons. Reig Plá explica en su carta que "ha llegado el momento de decir, con voz sosegada pero clara, que el Partido Popular es liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e 'infectado' como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ (lesbianas, gay, bisexuales y transexuales)".
El Obispo ha asegurado que respecto al jefe de la oposición en el Parlamento, "también con todo respeto a su persona, hay que afirmar que se ha mostrado falto de rigor intelectual y con un déficit de sensibilidad ante la dignidad de la vida humana".
"El Partido Popular con esta decisión, se suma al resto de los partidos políticos que, además de promover el aborto, lo consideran un derecho de la mujer: una diabólica síntesis de individualismo liberal y marxismo", ha declarado.
De esta manera el Obispo ha precisado que "en el orden cultural, y bajo la presión del feminismo radical, se ha trasladado el punto de mira del aborto; se ha deslizado desde el tratamiento como un crimen (No matarás) a la consideración de la mujer como víctima".
Mons. Reig Plá ha explicado que verdaderamente en muchas ocasiones la mujer es "también víctima, abandonada en muchas ocasiones ?cuando no presionada para que aborte?, por el padre de su hijo, por su entorno personal y laboral y por la sociedad; también es cierto que sufre con frecuencia el síndrome post-aborto pero, si bien algunas circunstancias puede disminuir la imputabilidad de tan gravísimo acto, no justifican jamás moralmente la decisión de matar al hijo por nacer".
Mons. Reig Plá ha animado a denunciar estas situaciones de abandono de la mujer embarazada "al tiempo que hay que acompañar con misericordia" y, recordando unas palabras de la Evangelii Gaudium del Papa Francisco ha pedido tratar "adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias".
El aborto, ha dicho el Obispo, "no se puede justificar apelando a la libertad, lo que de sí es una acción criminal que mata a un inocente, corrompe a la mujer, a quienes practican el aborto, a quienes inducen al mismo y a quienes, pudiendo con medios legítimos, no hacen nada para evitarlo", y ha recordado que "quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae".
En ese sentido, ha aclarado que "no es justificable moralmente la postura de los católicos que han colaborado con el Partido Popular en la promoción de la reforma de la ley del aborto a la que ahora se renuncia".
Por eso, ha explicado que cuando no sea posible evitar o abrogar completamente una ley abortista, un parlamentario, "cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública".
Mons. Reig Plá ha reconocido que, en ocasiones, algunas instancias de la Iglesia Católica en España "no han propiciado, más bien han obstaculizado, la posibilidad de que aparezcan nuevos partidos o plataformas que defiendan sin fisuras el derecho a la vida, el matrimonio indisoluble entre un solo hombre y una sola mujer, la libertad religiosa y de educación, la justicia social y la atención a los empobrecidos y a los que más sufren: en definitiva la Doctrina Social de la Iglesia".
Por eso, ante esta situación el Obispo de Alcalá de Henares ha animado a "mantener firme le propósito de la evangelización", para ayudar a "tantas personas heridas que esperan nuestro amor, nuestra misericordia y nuestra ayuda, siempre desde la verdad".
También ha insistido en la "educación para el amor" en lo que a educación sexual se refiere y ha subrayado la necesidad de abolir toda ley que permita el aborto provocado y la promoción de leyes que protejan al no-nacido, la maternidad y las familias, así como la organización de la respuesta civil. promoviendo iniciativas políticas que hagan suya, integralmente, la Doctrina Social de la Iglesia.
El Prelado ha pedido también "estudiar por enésima vez la posibilidad de regenerar los partidos políticos mayoritarios, aunque hasta ahora estos intentos han sido siempre improductivos".
Mons. Reig Plá compara en su carta el fin del aborto con la abolición de la esclavitud: "La maduración de las conciencias no es empresa fácil, pero nuestro horizonte, por la gracia de Dios, es el de la victoria del bien. Este es tiempo de conversión" y ha pedido a toda la sociedad civil trabajar en conciencia y defender con todos los medios legítimos "toda la vida" de "toda vida humana", desde la concepción y hasta la muerte natural, empezando por los no-nacidos y sus madres.
"Si no lo hacemos, la historia nos lo recriminará, las generaciones venideras nos lo reprocharán y, lo que es definitivo, Dios, el día del Juicio, nos lo reclamará: era pequeño, estaba desnudo e indefenso y no me acogisteis", aseguró.