Alrededor de 10 mil jóvenes participaron el sábado 20 de septiembre en la Gran Peregrinación Jubilar al Santuario de Nuestra Señora de las Mercedes en Paita, Piura, al norte de Perú, por la defensa de la vida desde la concepción y para exigir la derogación del protocolo de aborto terapéutico en el país.
Acompañados del Arzobispo Metropolitano de Piura, Mons. José Antonio Eguren, y los sacerdotes de la arquidiócesis, los jóvenes peregrinaron bajo el lema "Juntos con La Mechita, los jóvenes defendemos la Vida".
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En su peregrinar, los jóvenes repetían frases como "Madre, Virgen de las Mercedes, defiende a los Niños por Nacer", "Los jóvenes de Piura y Tumbes defendemos la vida", "Vida Sí, Aborto No", entre otras.
Al culminar la peregrinación, Mons. José Antonio Eguren presidió la Santa Misa en el Santuario de la Virgen de las Mercedes, la "Mechita", y agradeció la presencia de los miles de jóvenes.
En su homilía, el Arzobispo de Piura y Presidente de la Comisión de Familia, Infancia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Peruana alentó a los jóvenes a pedirle "a la Virgen María que te de su gran fe para que así como Ella, tú también seas dichoso; porque no hay mayor felicidad que creer en Jesús y creerle a Jesús".
El Prelado aseguró que el Evangelio da testimonio de que "la vida es sagrada e inviolable desde la concepción hasta su fin natural, que desde el primer momento de la concepción ya hay una persona humana y que por tanto el aborto no se justifica en ningún caso y que es un crimen abominable".
"Queridos jóvenes: pidamos con fe a La Mechita para que nos alcance de su Hijo la gracia de ver derogado en nuestro país el Protocolo de Aborto Terapéutico. Que nuestras autoridades comprendan que la paz que tanto anhelamos los paiteños, piuranos, tumbesinos y peruanos comienza desde el vientre materno".
Mons. Eguren aseguró que "un país que defiende la vida es un país con futuro. Con la Beata Madre Teresa de Calcuta les digo: El país que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar sino a aplicar la violencia para conseguir lo que se quiere. Es por eso que el mayor destructor del amor y de la paz es el aborto. ¡Vida Sí, Aborto No!".
Al concluir su homilía, el Arzobispo exhortó a los jóvenes "a apostar por el amor hermoso: Apuesten por la pureza, resistan y venzan las tentaciones de un mundo que quiere arrastrarlos hacia lo impuro. La pureza de mente, de vista y de cuerpo, preserva el corazón y su capacidad de amar auténticamente'".
Como un gesto profundamente emotivo, Mons. Eguren hizo poner en las manos de la Virgen de las Mercedes una reproducción de un niño en el vientre de 12 semanas de gestación, confiándole la vida de todos los Niños por Nacer.
La guía de aborto terapéutico, un documento ambiguo aprobado por la ministra de Salud, Midori de Habich, a fines de junio de este año y celebrado por la esposa del presidente de Perú, Nadine Heredia, ha sido criticado tanto por la Iglesia como por destacados representantes de la comunidad médica peruana.
Desde 1924 y de acuerdo al Código Penal peruano, el aborto terapéutico es un delito "no punible", es decir que no tiene pena de cárcel. Sin embargo, los promotores de esta práctica la han promovido falsamente como un derecho de la mujer y como una práctica "legal".
El ginecólogo Jesús Bonilla, presidente de la Federación Médica Peruana, que representa a alrededor de 40 mil médicos del país, aseguró en julio de este año que el documento aprobado por el gobierno, a los profesionales de la salud, "no nos ayuda absolutamente para nada y no sirve para nada".
El Dr. Bonilla advirtió además que el protocolo de aborto terapéutico, en su punto 11, permite que se presenten casos donde "podrían describirse casos de extrema gravedad, en las cuales no hay extrema gravedad".