Cuando tenía seis años de edad, recuerda el P. Gjergj Simoni, sintió el llamado para ser sacerdote pero no fue sino hasta el 21 de abril de 1991, a los 58 años de edad, que pudo realizar su sueño de recibir la ordenación. Eso sucedió tras el fin del régimen comunista albanés y le permitió convertirse en el el primer presbítero ordenado en Albania luego de muchas décadas.

Antes de la Misa celebrada este domingo por el Papa Francisco en la Plaza Madre Teresa en Tirana (Albania), el sacerdote que ahora tiene 80 años de edad y que es uno de los tres que sobrevivió al régimen comunista, compartió con ACI Prensa su testimonio de cómo vivió y sufrió la persecución y la prisión a la que fue condenado a causa de de su vocación.

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El P. Simoni recordó que "mi abuela me llevó a Misa cuando tenía seis años, y en el momento de la consagración, tuve la sensación de que yo quería ser como Jesús en la mano de aquel sacerdote. Pronto me di cuenta que quería ser un presbítero, aunque mi sueño no se hizo realidad durante años".

Contó que creció en una familia católica. Su hermano, Zef Simoni, fue ordenado sacerdote en los años sesenta y consagrado Obispo años más tarde. "Mi hermano me ordenó", expresó con orgullo.

Ambos fueron perseguidos bajo el régimen de Enver Hoxha. "Mi hermano era un profesor brillante, y le ofrecieron becas de estudio en países de la Unión Soviética, pero él se negó.  En 1958, decidió entrar en el seminario, fue un seminario secreto, ya que la persecución había comenzado", relató el P. Simoni.

Dijo que él también estudió para ser sacerdote, pero "no accedía a la ordenación, con el fin de evitar problemas", y a pesar que no era aún sacerdote, también sufrió la persecución del régimen.

En 1967, fue arrestado después que se encontrara en su casa varios ornamentos sagrados, además de libros de la casa del Arzobispo y unos libros de poesía que él había escrito contra el régimen.

"Yo tenía un jardín grande en mi casa y me pidieron esconder ahí cálices, objetos sagrados y libros" para lo que excavó un gran agujero en el jardín, plantó flores con el fin de ocultar todo. Pero alguien lo vio y avisó a la policía que registró su casa.

"Durante ocho días buscaron en mi casa y luego en el jardín. Incluso trajeron un detector de metales, con el fin de encontrar un cáliz", señaló el anciano sacerdote.

El P. Simoni fue condenado a 10 años de prisión y al ser llevado a la cárcel "había otros 15 sacerdotes en mi celda, yo los conocía (…). Cuando por primera vez les  dije que quería ser 'semejante a Él', un sacerdote me dijo que era 'un camino oscuro que tomar', pero yo respondí que 'No veía oscuridad'".

El sacerdote asistió hoy a la Misa con el Papa Francisco llevando consigo el libro de poesía de su autoría y el libro que su hermano, el difunto Obispo Zen Simoni, escribió acerca de las persecución contra los cristianos en Albania.

"Durante el Sínodo de los Obispos de 1991, mi hermano informó sobre lo ocurrido en Albania a los obispos de todo el mundo", señaló el P. Simoni.

En el año 1945 había en Albania siete Obispos, 200 sacerdotes y cientos de religiosas, para el año 1991 cuando terminó el régimen comunista sólo un obispo y 30 sacerdotes y religiosas estaban con vida.

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