El Centro de Cuidados Laguna, en Madrid (España), especializado en la asistencia sanitaria de personas con Alzheimer y de pacientes con necesidades de cuidados paliativos ha acogido unas jornadas sobre Mons. Álvaro del Portillo que será próximamente beatificado y quien inspiró este centro de cuidados.
El doctor Jesús Prieto que fue el médico del próximo beato afirmó en estas jornadas que Mons. Del Portillo padeció diversas enfermedades lo que le llevó a tener "una gran preocupación por ayudar a aliviar el dolor ajeno". Una preocupación se materializó en obras sociales y asistenciales concretas, como el Centro de Cuidados Laguna, el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra y el desarrollo de centros sanitarios en diversos países africanos como R.D. Congo, Costa de Marfil, Nigeria, etc.
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Por ello, con motivo de la beatificación se ha lanzado entre los asistentes una campaña de donativos para ayudar a varias de las iniciativas sociales que Mons. Del Portillo inició, como el Niger Foundation Hospital and Diagnostic Centre, en Nigeria, que favorecerá la atención de 12.000 consultas anuales; la puesta en marcha de un programa para erradicar la malnutrición infantil en Bingerville (Costa de Marfil), que se destinará a 5.000 beneficiarios directos; o el desarrollo de cuatro ambulatorios dependientes del Hospital Monkole, en el área periférica de la República del Congo, desde los que se ofrecerá asistencia sanitaria a 10.000 niños al año.
Raquel Puerta, especialista en Cuidados Paliativos del Centro Laguna, también intervino en las jornadas realizadas en el Centro sobre la figura del futuro beato. Puerta destacó en su intervención "la sonrisa amable, el rostro acogedor, la serenidad y la transmisión de paz interior que dispensaba Álvaro del Portillo son elementos fundamentales que he aprendido para mi trabajo con enfermos al final de su vida". En ese sentido la médico señaló que "vivimos de las huellas que dejan los santos, y Laguna es una de esas huellas".
En opinión de Raquel Puerta el trabajo que realiza Laguna en Madrid desde 2002 está "muy en sintonía con lo que nos recomienda a los católicos el Papa Francisco: ir a las periferias, a los que sufren, a los que pasan frío. Y hacerlo con la sensibilidad por arropar a los enfermos que nos ha transmitido Álvaro del Portillo".