Sri Lanka contará con su primer santo luego que el Papa Francisco aprobara los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Padres Cardenales y Obispos sobre la canonización del Beato Joseph Vaz, sacerdote del Oratorio de San Felipe Neri que murió siendo misionero en este país en 1711.
De esta manera, el P. Vaz será canonizado sin la necesidad de la aprobación de un segundo milagro, potestad que puede tomar el Pontífice. El sacerdote fue beatificado por San Juan Pablo II durante su viaje a Sri Lanka en enero de 1995. Aquella vez, el papa polaco destacó que el P. Vaz fue "un gran sacerdote misionero".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En ese sentido, Francisco ha decidido convocar próximamente un consistorio para la canonización del Beato Joseph Vaz y de la Beata María Cristina de la Inmaculada Concepción, cuyo segundo milagro ha sido reconocido por la Santa Sede.
El futuro santo nació en 1651 y además de pertenecer al Oratorio de San Felipe Neri, fundó el Oratorio de la Santa Cruz de los Milagros en la ciudad de Goa, India.
En la Misa de beatificación, San Juan Pablo II destacó que el P. Vaz llegó a la isla de Sri Lanka en pobreza absoluta y en una época de persecución. Caminaba descalzo como un mendigo con un rosario al cuello, guiado por el único deseo de llevar la gente hacia Cristo.
Soportó privaciones de todo tipo y fue incluso arrestado. Ayudó clandestinamente a los católicos del lugar y celebraba la Misa con ellos en las noches. Además tradujo el Evangelio a la lengua tamil y cingalés, y se negó a ser vicario apostólico en la isla para poder seguir siendo un humilde misionero.
"La Iglesia hoy tiene necesidad más que nunca de misioneros como estos", particularmente en Asia, donde "la santidad será siempre la más eficaz forma de enseñar las verdades y los valores del Evangelio", afirmó entonces San Juan Pablo II.
Otros decretos
Asimismo, la Santa Sede informó que el Papa Francisco autorizó la promulgación de los decretos que reconocen el milagro atribuido a la intercesión del venerable siervo de Dios Pío Alberto del Corona, de la orden de los Hermanos Predicadores, obispo de San Miniato, fundador de la congregación de las Hermanas Dominicas del Espíritu Santo (1837-1912).
Así como un milagro atribuido a la intercesión de la venerable sierva de Dios Marie-Elizabeth Turgeon, fundadora de la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora del Santo Rosario (1840-1881).