El clero deber dar testimonio de una vida coherente con el Evangelio, señaló este lunes el Papa Francisco al recibir a los obispos de Camerún en visita ad limina, a quienes exhortó a ser padres atentos de sus sacerdotes para que éstos eviten las tentaciones "del poder, de los honores y del dinero".
En su discurso, el Pontífice dijo que es esencial que el clero ''de testimonio de una vida habitada por el Señor, coherente con las exigencias y los principios del Evangelio''. En ese sentido, invitó a los obispos a ser padres atentos de sus sacerdotes para que éstos eviten las tentaciones "del poder, de los honores y del dinero".
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"En este último caso, el testimonio contrario que pueda derivarse de una mala gestión de los bienes, del enriquecimiento personal o del despilfarro, sería particularmente escandaloso en una región donde muchas personas carecen de lo necesario", advirtió.
De igual modo, señaló que "la unidad del clero es un elemento indispensable del testimonio debido al Cristo resucitado... tanto si se trata de la unidad de los obispos, que se confrontan a menudo con los mismos retos y llamados a dar soluciones comunes y concertadas, como de la unidad del 'presbiterium' que el Señor llama a construir cada día, dejando de lado cualquier prejuicio, como son los de carácter étnico".
"Unidad y diversidad son para ustedes realidades que hay que mantener firmemente enlazadas para dar cabida a la riqueza humana y espiritual de sus diócesis que se expresa en múltiples formas", señaló el Pontífice.
En su discurso, el Santo Padre también pidió dar una atención especial a las familias que son "sometidas a duras pruebas, sea la pobreza que el desplazamiento de personas, sea la falta de seguridad o la tentación de regresar a prácticas ancestrales incompatibles con la fe cristiana así como nuevos estilos de vida propuestos por un mundo secularizado".
Asimismo, los invitó a desarrollar con los musulmanes "un diálogo de vida, con espíritu de confianza mutua porque en nuestra época es indispensable para mantener un clima de coexistencia pacífica y para evitar el desarrollo de la violencia de que los cristianos son víctimas en algunas regiones del continente".
Francisco también destacó la buena colaboración entre la Iglesia, el Estado y la sociedad de Camerún, tal como lo demuestra la firma de un acuerdo marco entre la Santa Sede y ese país. El Papa pidió a los obispos ponerlo en práctica "porque el reconocimiento jurídico de numerosas instituciones eclesiales aumentará su radio de acción en beneficio no solo de la Iglesia sino de toda la sociedad camerunesa".
"El compromiso en las obras sociales forma parte integrante de la evangelización porque existe un estrechísimo lazo entre evangelización y promoción humana que se debe manifestar en toda la acción evangelizadora", señaló.
Finalmente renovó su aliento a los consagrados cuya vida es siempre ''un testimonio profético y un modelo en materia de reconciliación, de justicia y de paz''. Además alentó a los obispos a no temer las dificultades y a proseguir llevando la Buena Nueva con espíritu misionero renovado '' a todos los que todavía la esperan o que más la necesitan''.