El Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Ignacio Munilla ha celebrado la festividad de la Virgen del Coro, patrona donostiarra. En su homilía, Mons. José Ignacio Munilla ha invitado a los donostiarras a que confíen en la Virgen, como intermediaria y guía para sus vidas, ya que nos enseña a acomodarnos a los tiempos, los modos y al querer de Dios.
"Quiero que mis palabras sean una pequeña ayuda para superar dudas de fe o respetos humanos para acrecentar nuestra devoción a la Virgen del Coro", ha dicho el Prelado. Ya que ha reconocido que "la secularización ha afectado a la dimensión mariana de nuestra fe".
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Mons. Munilla ha subrayado que "el Evangelio nos invita a acercarnos a la oración de petición con confianza y sencillez…. Porque sabemos que Dios siempre derrama su gracia sobre cuantos se acercan a Él".
En este sentido, el Obispo ha subrayado la importancia de la Virgen María, que ayuda a acercarnos a los tiempos de Dios. "Cuando los dones de Dios no son concedidos de forma inmediata corremos el riesgo de no apreciarlos debidamente", ha dicho Mons. Munilla y ha recalcado que debemos tener en cuenta que los tiempos de Dios no son los nuestros y que "Dios puede retrasar la concesión de sus dones".
Según el Obispo de San Sebastián, la Virgen también nos ayuda a acercarnos a los modos de Dios. "Los dones de Dios no prescinden de la cruz, sino que la incluyen como parte ineludible del camino a la gloria", ha dicho el Obispo de San Sebastián, "y la Virgen nos enseña y educa a abrazar nuestras cruces personales".
Acomodarnos al querer de Dios, a invitado el Prelado. "En nuestra oración lo más importante es buscar el querer de Dios, la voluntad de Dios debe estar por encima de la nuestras porque nosotros no sabemos lo que nos conviene de cara a nuestra salvación", ha precisado. Y ha añadido que "es esencial que entendamos que nuestro objetivo no es otro que el descubrimiento de la voluntad del Padre y la gracia para abrazarla confiadamente", señaló.
El Obispo ha concluido subrayando que la Virgen María es nuestra intercesora ante Dios, para presentarle nuestras súplicas y al mismo tiempo ha sido elegida como la intercesora de Dios ante nosotros, "para llevarnos al conocimiento del querer de Dios, para confiar en los modos de Dios, y para aceptar los tiempos de Dios".