La violencia que durante 50 días sufrió la población de la franja de Gaza, debido a los bombardeos israelíes y los enfrentamientos con Hamas, ha dejado un saldo de 400.000 niños y adolescentes con necesidad de ayuda psicológica, denunció Cáritas Jerusalén.
"Los niños y niñas representan la parte de la población que más sufre las consecuencias del conflicto armado. La mayoría experimenta la separación de sus familias y desarrolla una visión pesimista de la vida", reveló la institución caritativa de la Iglesia.
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Según informó este 4 de septiembre la agencia Fides, Cáritas Jerusalén ha señalado que la ayuda psicológica a estos menores representa uno de sus principales campos de acción, dentro de las labores que realiza a favor de la población de Gaza.
Para ello, desde el 22 de agosto el equipo psicológico trabaja –junto a numerosos voluntarios-, en los diversos distritos y edificios donde se encuentran los refugiados. Asimismo, han organizado actividades que puedan ayudar a los niños y niñas a soltar –de manera no destructiva-, la ira y el sentido de opresión acumulados durante el conflicto.
Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó que ninguno de los 241.000 alumnos que asisten a sus escuelas podrá comenzar el año de estudios a tiempo debido a la destrucción por el conflicto, que también ha ocasionado la muerte de unas 2.100 personas, de las cuales unas 500 eran menores de edad.
Otra consecuencia ha sido la destrucción de unas 18.000 viviendas, dejando sin hogar a más de 108.000 personas, señaló la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Además, muchas áreas de Gaza carecen de electricidad durante 18 horas diarias y sólo un 10 por ciento de la población recibe agua a diario.