El presidente del Consejo Mexicano de la Familia, Juan Dabdoub Giacoman, señaló que la aprobación del mal llamado "matrimonio" gay en el estado de Coahuila (México) va contra la naturaleza.
El Congreso del estado mexicano de Coahuila votó el 1 de septiembre a favor de legalizar el "matrimonio" gay. Desde 2007 el lobby gay en esta región había preparado el camino, con la aprobación del "Pacto Civil de Solidaridad", que admitía la unión civil de dos personas del mismo sexo.
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En declaraciones a ACI Prensa el 5 de septiembre, Juan Dabdoub Giacoman ironizó la decisión del órgano legislativo de Coahuila, señalando que está "formado predominantemente pos dioses y no diputados", pues "ha decidido que de ahora en adelante las hemorragias de sus habitantes serán de agua y no de sangre".
"¿Le parece absurdo? Pues sí, si es un absurdo; tanto como decir que existe el 'matrimonio' homosexual".
El líder pro-familia señaló que "quizás los dioses de ese estado carecen de conocimientos etimológicos y no saben que la palabra matrimonio, proviene de las palabras latinas 'matris' - madre, y 'monium' – defensa; esto es: para la defensa de la madre".
"Y si dos hombres o dos mujeres, por naturaleza, no pueden ser madres; entonces no puede haber matrimonio".
Para Dabdoub, quizás los diputados de Coahuila "desconozcan que el matrimonio fue primero que el Estado y que en él tienen su origen la familia, la sociedad y el mismo Estado; es una institución natural".
"Por lo tanto, si no requirió del Estado para su existencia, tampoco requiere de él para ser modificado".
En la historia, recordó, "el derecho romano pasó a tutelar el matrimonio -no a crearlo- porque vio que era el origen de la familia natural y que una familia solida era la fuente de nuevos y bien formados ciudadanos, indispensables para el progreso del Estado".
Dabdoub Giacoman señaló que es un error considerar que se discrimina a los homosexuales al no admitir el "matrimonio" gay.
"Solo se discrimina de forma nociva, cuando se da un trato diferenciado negativo entre iguales. Y las parejas heterosexuales no son iguales en nada a las homosexuales, ya que estas últimas no pueden procrear y tampoco se complementan, física, psicológica y sexualmente".
Los diputados de Coahuila, reiteró, "venidos a dioses, decidieron otorgar por ley a las parejas homosexuales lo que la naturaleza ha negado: la condición de madres o padres. Lo dicho: un absurdo".