El Papa Francisco lloró al conocer las condiciones de vulnerabilidad en las que vivían las familias del asentamiento "Barrio Papa Francisco" de Villa Lugano, Buenos Aires (Argentina), una hacienda demolida y desalojada durante este fin de semana.
La agencia AICA informó el 26 de agosto que el Santo Padre manifestó estas emociones al legislador porteño Gustavo Vera a través de un correo electrónico. "Querido hermano: Acabo de leer tu correo. Tu frase final logró sintetizar mis sentimientos: 'Parecía Gaza'... y me puse a llorar", escribió el Pontífice, según Vera.
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Vera, diputado del bloque Verde-La Alameda, y titular de una entidad que lucha contra la trata de personas, el trabajo clandestino y las mafias, había enviado anteriormente al Papa un mensaje informándole sobre la situación de las condiciones sociales en las que viven estas familias.
"No entiendo nada –continúa el mensaje del Papa Francisco-. A esa gente, a esas mamás con chicos, los acaricio con mis lágrimas. Cuando regresaba de Corea, en el avión, hablé de crueldad. Parece que la crueldad se nos instaló en el corazón. Una crueldad vestida con tantos ropajes: 'Qué me importa', 'que vayan a trabajar', 'es gente insociable'... palabras que no justifican sino que manifiestan tanta crueldad".
"Estoy cerca de esa gente. Rezo y pido que no los dejen solos. Y estoy cerca de ustedes, los que se acercan a ellos. Con mucha pena en el corazón. Un abrazo, Francisco", concluye el Santo Padre.
La hacienda de Villa Lugano es un ex cementerio de automóviles de la Policía Federal, cedido al gobierno porteño para construir viviendas sin ser saneado previamente de un alto grado de contaminación.
La hacienda estaba ocupada desde el 24 de febrero por familias que reclamaban soluciones habitacionales a la administración porteña y el cumplimiento del fallo judicial de urbanización de la lindera Villa 20.
El asentamiento "Barrio Papa Francisco" se encontraba en los terrenos cercanos a la avenida Cruz y Larraya de Villa Lugano; fue derruido el 23 de agosto por un operativo que, por orden del juez, llevó a cabo la Policía Metropolitana con apoyo de Gendarmería Nacional.
Según el diario Perfil.com, los oficiales de la policía agredieron con gases lacrimógenos y balas de goma a diputados y legisladores que estaban en el lugar.