El Patriarca Ecuménico Bartolomé I se sumó a las voces que condenan la violencia el Estado Islámico y exhortó a no permanecer indiferentes ante las persecuciones contra los cristianos y otras minorías religiosas, así como a proporcionar urgentemente la ayuda humanitaria que necesitan los miles de refugiados.
La calamidad y crueldad contra los miembros de una religión "no puede nunca ser defendida cobardemente y falsamente invocando otra religión", exclamó en una declaración del 13 de agosto. "Tales actos brutales son categóricamente inaceptables e injustificables tanto ante Dios como ante la humanidad", señaló.
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En ese sentido, afirmó que "no vamos a permanecer indiferentes o en silencio ante tal persecución irracional, intolerancia cultural y la pérdida de vidas, especialmente cuando es causada por el odio religioso y la hostilidad racial". La violencia en Irak ocasionada por el Estado Islámico amenaza no solo a las minorías religiosas, sino a toda una civilización.
"La victimización y extermino de mujeres y niños, así como de ancianos y enfermos, por la razón que sea –sobre todo en el supuesto nombre de las convicciones religiosas-, es un repudio a nuestro propio futuro", exclamó.
Bartolomé I advirtió que "la violencia nunca se pacifica con la violencia y que el odio solo puede ser superado con la tolerancia". Por ello, hizo un llamado "a los líderes religiosos y a las autoridades políticas de la región" para promover el diálogo y resolver los conflictos.
El Patriarca recordó el encuentro realizado el 8 de junio en el Vaticano con el Papa Francisco y los líderes de Israel y Palestina, por lo que exhortó también a las autoridades israelíes y de la franja de Gaza a sumarse al diálogo. "Es precisamente por esta razón que, por invitación del Papa Francisco, nos reunimos en Roma para una cumbre interreligiosa de la paz con los presidentes Peres y Abbas", señaló.
"La situación en Irak es especialmente crítica. La situación humanitaria es más urgente que nunca. Nuestra respuesta debe ser inmediata y tangible. Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todas las organizaciones responsables y toda persona de buena voluntad - más allá de cualquier apoyo a través perpetua y persistente oración - para ayudar con los recursos materiales y humanitarios para que estas víctimas inocentes ya no pueden soportar el hambre, el sufrimiento y la muerte", exhortó.