El psicólogo Greg Bottaro señaló que muchas personas en la sociedad moderna no "entienden que la enfermedad mental es un trastorno".
Bottaro advirtió que "muchos católicos caen en el dualismo de espiritualizar cada dolencia humana invisible" y que esta actitud genera un ambiente peligroso para aquellos que sufren enfermedades mentales, especialmente quienes tienen pensamientos suicidas.
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Pensar que "la persona sólo necesita actuar de manera más virtuosa, ser más fuertes o ir a la confesión para sanar algo como la depresión" es una "espiritualización excesiva" de la depresión y el suicidio, explicó Bottaro.
Los que sufren de depresión, subrayó Bottaro, "deben saber que no se trata solo de saber tomar mejores decisiones, a menos que la elección incluya ponerse en manos de un profesional tal como cualquier otra enfermedad".
"Como católicos, ante todo tenemos que rezar por los que sufren y soportan esta terrible cruz y también para que seamos comprensivos y hagamos todo lo posible para ayudar a aliviar este sufrimiento", expresó el portavoz de la Conferencia Católica del estado de Nueva York, Dennis Poust.
"Nosotros como católicos siempre debemos evitar estereotipar a las personas en esta condición", enfatizó Poust. Las personas con enfermedades mentales no son inherentemente débiles o inexistentes en la virtud o el autocontrol.
"La enfermedad mental no discrimina. Personas de todos los ámbitos se ven afectados y no sólo ellos, sino también sus familias".
Asimismo, Poust señaló que en el caso de la depresión, los amigos, la familia y la comunidad pueden ayudar a que las personas "comprendan que son amadas a los ojos de Dios".
"Los católicos siempre debemos recordar que todos somos hijos de Dios, que son amados y tienen un valor intrínseco por su dignidad humana", señaló Poust.