El Obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla presidió la misa por el día de la Asunción de la Virgen María. En la homilía el Prelado habló del aborto, la asignatura de Religión y la falta de empleo. Además pidió a los presentes que recen por las víctimas de la guerra y por los cristianos perseguidos en Irak.
"¡Cuántos titubeos e indecisiones a la hora de defender la vida! Ciertamente, no se trata de un tema meramente religioso, sino que afecta a la esencia misma de la sociedad civil", denunció el Obispo durante la homilía. También recordó que "los hijos que sobrevivan al aborto hoy, serán los ciudadanos del mañana" y precisó que "calificar de progresista el derecho a acabar con la vida humana en el seno materno, es similar a reivindicar como progresista el derecho del empresario al despido libre y sin contraprestación alguna".
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Y destacó que "el aborto es una involución social que nos retrotrae a la ley del más fuerte". En ese sentido el Obispo recordó que "la altura ética de una sociedad se mide por la forma en la que son tratados sus miembros más débiles".
Por ello mientras que se presenta la reforma de la Ley de Aborto en el Parlamento de Madrid "la Iglesia eleva su voz en defensa de los más débiles" y se preguntó por la autoridad moral tiene una sociedad que no prioriza la defensa de los pobres y los débiles: "¿En qué valores se sustenta la sociedad que invoca el 'derecho a decidir' sobre la vida o la muerte de otro ser humano, por encima del 'derecho a vivir'? ¿Qué concepto de solidaridad tiene una sociedad a la que no se le ocurre otro recurso que el aborto para solventar los problemas de la mujer embarazada?".
Mons. Munilla también recordó que "la santidad no es complicada. El camino al Cielo no es tortuoso", y por eso precisó que la Virgen aconseja sencillez y humildad para alcanzar la santidad. "Solo así seremos capaces de recibir la plenitud de la felicidad en la vida futura, y en la medida de lo posible, en la presente".
El Obispo de San Sebastián también habló de la regulación de la asignatura de Religión que en la LOMCE prevé ofertarse con la alternativa de otra asignatura de Educación en Valores. "Se equivocan quienes hacen de esta cuestión una bandera partidista", dijo.
Y recordó que "los tribunales de justicia han sentado ya una jurisprudencia sólida, para afirmar que desde el punto de vista del respeto a los derechos fundamentales, la asignatura de Religión ha de ser de oferta obligatoria por parte de los centros, y de libre elección para los padres".
También precisó que es muy importante que la aplicación de la LOMCE se realice "en abierta colaboración con las familias, en el respeto práctico -y no solo teórico- del derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus propias convicciones morales y religiosas".
Por eso destacó la importancia de que los centros educativos "puedan ejercer el derecho de elección sin presiones ni coacciones de ningún tipo".
Mons. Munilla también habló en la homilía del "drama del desempleo" del que, según dijo, "los indicativos económicos parecen reflejar el inicio de un cambio de tendencia". Sin embargo el Prelado alertó del riesgo de que ante esta nueva situación se cree "un empleo de ínfima calidad, abusando del estado de máxima necesidad en el que se encuentran los parados de larga duración".
Por eso afirmó que "la salida de una crisis tan profunda como la que hemos padecido -y aún estamos padeciendo- requiere del sacrificio de todos. Pero la llamada al sacrificio colectivo, no puede ser el marco para un retornar a la cultura del enriquecimiento fácil, del que fuimos testigos en los años anteriores a la crisis".
El Obispo de San Sebastián también se refirió a la situación de guerra que están viviendo algunas zonas en el mundo. "Este verano está siendo especialmente dramático por cuanto la crueldad inusitada de las guerras se ha ensañado con los más débiles. Los niños son las víctimas más destacadas", ha dicho el Obispo y destacó también "las situaciones de persecución, que transcurren de forma paralela a esos conflictos bélicos, y de las cuales los cristianos son los principales destinatarios".
En ese sentido recordó cómo a lo largo de estos últimos meses hemos sido testigos "de la huida de sus regiones natales de multitud de cristianos de Oriente, donde el cristianismo tenía una presencia casi bimilenaria, anterior al Islam. Este es el caso, entre otros, de Mosul y de Qaraqosh, en Irak".
"Es triste comprobar la incapacidad de los organismos internacionales por hacer respetar las condiciones de paz, así como el reconocimiento de la libertad religiosa", ha dicho el Obispo. Por eso ha expresado su deseo de que "el testimonio martirial de estas iglesias golpee nuestro interior haciéndonos despertar de nuestra tibieza e insensibilidad, y reavive nuestra fe" y ha pedido "hoy más que nunca" que se ore "por la Iglesia perseguida, así como por todas las víctimas inocentes de los conflictos armados".