Durante la visita del Papa Francisco a Corea del Sur, los cardenales y obispos de la Curia Romana sorprendieron a los fieles vistiendo en público el color blanco, un color usualmente reservado para el Pontífice.
El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, entre otros, vistieron sotana blanca con detalles en color rojo y varios obispos hicieron lo propio con el color morado.
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La vestimenta habitual de los miembros de la Curia Romana es de color negro en la sotana, mientras que la botonadura, el fajín, y el solideo, toman el color asignado a su rango eclesiástico. Los cardenales en color rojo, los obispos en morado, y los sacerdotes en negro.
Sin embargo, existen dos excepciones que permiten a los clérigos vestir de blanco a diario: Encontrarse en "Tierra de Misión" o encontrarse en zonas tropicales muy cálidas, donde el blanco ayuda a soportar el calor.
En ambos casos la única regla para mostrar respeto al Papa es que los clérigos acompañen la sotana blanca con los detalles del color atribuido a su rango, quedando reservado el blanco total para el Sucesor de Pedro.
En Corea del Sur se cumplen los dos requisitos, es una "Tierra de Misión", que todavía necesita de misioneros y misioneras en acción y cuya evangelización precisa de un cuidado especial por parte de la Pontificia Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y la temperatura en este momento del año alcanza en promedio los 35 grados.