Lee Ho-Jin perdió a uno de sus tres hijos en la tragedia del ferry de Sewol ocurrida en el mes de abril en el que fallecieron unas 300 personas, un evento que ha afectado profundamente a toda Corea del Sur. Hoy, 17 de agosto, el Papa Francisco bautizó a este hombre en la capilla privada de la Nunciatura Apostólica de Seúl.
Así lo indicó esta tarde el Director de la Sala Stampa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, en rueda de prensa en la Fortaleza de Haemi en donde el Papa Francisco celebrará la Misa de clausura de la sexta Jornada Asiática de la Juventud.
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El P. Lombardi recordó que fue el mismo Lee Ho-Jin quien en el estadio de Daejeon, el viernes 15 de agosto antes del inicio de la Misa por la Asunción de la Virgen, le solicitó al Santo Padre que lo bautizara "tal vez inspirado por el Espíritu Santo".
El pedido, prosiguió el P. Lombardi, "sorprendió al Papa quien reaccionó positivamente y de manera inmediata, preguntando a los presentes si el hombre podía recibir el bautismo", recibiendo una respuesta afirmativa.
Lee Ho-Jin tenía dos hijos y una hija. Uno de los hijos fue quien falleció en el ferry y ,esta mañana en la capilla los otros dos lo acompañaron en el Bautismo. El padrino de este padre de familia fue uno de los trabajadores de la Nunciatura.
El rito del bautismo duró aproximadamente 20 minutos y fue celebrado por el sacerdote jesuita que acompaña al Santo Padre en estos días como su intérprete y fue el Papa Francisco quien realizó el Bautismo en sí, la fórmula bautismal "yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", así como la unción con el crisma.
Al preguntarle por su nombre cristiano, que en Corea se adquiere cuando la persona (por lo generales adultas) recibe este sacramento, el hombre respondió "Francisco" en honor al Santo Padre.
El Papa, dijo el P. Lombardi, "ha estado muy contento por este bautizo que no estaba en el programa y ha estado muy feliz de participar en este ministerio fundamental en Corea en donde unas 100 mil personas reciben el sacramento cada año".
Luego de la ceremonia el Pontífice salió de la Nunciatura y saludó a los aproximadamente 40 policías que lo acompañan en motocicleta en estos días en Corea. Les agradeció su servicio y les ha enviado saludos para sus familias. En el grupo habían tres católicos, ente ellos una mujer. Los tres recibieron cada uno un rosario.