El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede y vocero del Vaticano, P. Federico Lombardi, señaló que "compartimos la tristeza" por el grupo de jóvenes de China a quienes se les impidió viajar a Corea del Sur para participar de la sexta Jornada Asiática de la Juventud, uno de los eventos en los que participará el Papa Francisco en su visita a esta nación que se extenderá hasta el lunes 18 de agosto.
El P. Lombardi hizo esta afirmación al ser preguntado en conferencia de prensa esta noche (hora local) sobre diversas informaciones que dan cuenta de la prohibición para salir de China para un grupo no determinado de jóvenes que iban a participar del evento juvenil continental.
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El vocero del Vaticano dijo que "ciertamente compartimos la tristeza por estos hechos, pero no podemos señalar nada más porque el Vaticano no organiza la Jornada Asiática de la Juventud y por eso cedí la palabra al vocero del Comité Preparatorio para la visita del Papa a Corea".
En la conferencia de prensa también estaba el P. Heo Young-yup, vocero del mencionado comité, quien explicó que 60 muchachos de China sí pudieron llegar a Corea, pero "muchos quisieron venir pero no pudieron por la situación complicada allá. No podemos informar más por su seguridad".
En la mañana y sobre este mismo tema en rueda de prensa, el sacerdote coreano indicó que "no todos los jóvenes de China que debían venir lo han hecho, tal vez por la situación complicada en ese país. Estamos tristes por eso y no hemos podido confirmar si algunos participantes han sido arrestados allá".
El gobierno chino no mantiene relaciones diplomáticas con el Vaticano y no reconoce a la Iglesia Católica su derecho a nombrar los obispos que considera conveniente. Además, solo admite el culto para los miembros de la llamada "Asociación Patriótica Católica China", controlada por el régimen. Los fieles que no pertenecen a esta institución suelen sufrir persecución que en ocasiones incluye el encarcelamiento.
Sin embargo y como muestra de su espíritu de cercanía y reconciliación, el Papa Francisco envió durante su vuelo un breve mensaje al Presidente de China en el que le dijo que "al entrar al espacio aéreo chino, le extiendo mis mejores deseos a Su Excelencia y a sus compatriotas, e invoco la bendición divina de la paz y el bienestar sobre su nación".
El texto del Papa tuvo una respuesta del Ministro de Relaciones Exteriores de China en la que se lee que "estamos dispuestos a seguir los esfuerzos con el Vaticano para entrar en un diálogo constructivo y avanzar en la mejora de las relaciones bilaterales". Sin embargo el representante del gobierno no hizo ninguna mención al impedimento para viajar a Corea impuesto al citado grupo de jóvenes chinos.