El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso exhortó este martes a los líderes religiosos, especialmente los musulmanes, a condenar sin ambigüedades las masacres que están sufriendo los cristianos y yazidíes en Irak a manos del Estado Islámico, denunciar el uso de la religión para justificar estos crímenes y señalar "que el apoyo, el financiamiento y el armar al terrorismo es moralmente reprobable".
En su comunicado, el Pontificio Consejo recordó el asombro que causó en el mundo el anuncio de "la restauración del califato", abolido el 29 de octubre 1923 por Kemal Ataturk, el fundador de la Turquía moderna.
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Sin embargo, señaló, las críticas a este anuncio hecho por la mayoría de las instituciones religiosas y políticas musulmanas no ha impedido a los yihadistas del Estado Islámico "cometer actos criminales increíbles" en el norte de Irak que deben ser "condenados sin ambigüedades" por todos los líderes religiosos y personas de buena voluntad.
El dicasterio denunció que en su avance, los yihadistas están cometiendo matanzas de personas "por el sólo hecho de su afiliación religiosa", a quienes decapitan, crucifican y exponen sus cadáveres en lugares públicos. Asimismo, está la elección del éxodo si cristianos y yazidies no se convierten al Islam o pagan el impuesto (jizya).
"El secuestro de las niñas y las mujeres pertenecientes a las comunidades yazidíes y cristianas como botín de guerra (Sabaya); la imposición de la bárbara práctica de la circuncisión femenina; la destrucción de lugares de culto y mausoleos cristianos y musulmanes; la ocupación forzosa o la profanación de iglesias y monasterios".
"La retirada de los crucifijos y otros símbolos religiosos cristianos y otras comunidades religiosas; la destrucción de la herencia religiosa-cultural cristiana, de valor inestimable; La violencia extrema con el fin de aterrorizar a las personas para forzarlas a rendirse o huir", denunció.
"Ninguna causa –advirtió el Pontificio Consejo-, puede justificar semejante barbarie y ciertamente ninguna religión. Se trata de una ofensa de extrema gravedad hacia la humanidad y hacia Dios que es el Creador, como a menudo lo recuerda el Papa Francisco".
El dicasterio recordó "que -aunque con altas y bajas- cristianos y musulmanes han vivido juntos durante siglos, construyendo una cultura de la convivencia y una civilización de la cual están orgullosos. Y es sobre esta base que en los últimos años, el diálogo entre cristianos y musulmanes continuó y se profundizó".
Sin embargo, "la difícil situación de los cristianos, yazidíes y otras comunidades religiosas y étnicas numéricamente minoritarias en Irak exige una postura clara y valiente por parte de los líderes religiosos, especialmente los musulmanes, las personas que participan en el diálogo interreligioso y de todas las personas de buena voluntad. Todos deben ser unánimes en la condena de estos crímenes y sin ambigüedades denunciar el recurso de la religión para justificarlos".
"De lo contrario –preguntó-, ¿qué credibilidad tendrán las religiones, sus seguidores y sus líderes? ¿Qué credibilidad puede tener todavía el diálogo interreligioso con tanta paciencia perseguido en los últimos años?"
El Pontificio Consejo afirmó que los líderes religiosos "también están llamados a utilizar su influencia con los gobernantes para poner fin a este tipo de delitos, que sean castigados quienes los cometen, que se restablezca el Estado de Derecho en todo el país, garantizando el retorno de los desplazados a sus hogares".
"Recordando la necesidad de la ética en la gestión de las sociedades humanas, estos mismos líderes religiosos no dejarán de señalar que el apoyo, el financiamiento y el armar al terrorismo es moralmente reprobable", señaló.
El dicasterio agradeció "a todos aquellos que ya han levantado su voz para denunciar el terrorismo, especialmente aquel que usa la religión para justificarlo".
"Unimos nuestras voces a la del Papa Francisco: 'Que el Dios de la paz inspire en nosotros un deseo genuino para el diálogo y la reconciliación ¡La violencia no se vence con la violencia. La violencia se vence con la paz!'", culminó.