Angélica Gálvez emprendió junto a su hija de 6 años la ruta migratoria que la llevaría a Estados Unidos para conseguir empleo, educación y salud. Le tomó un mes viajar desde Honduras hasta El Paso, Texas, donde fue detenida por 27 días y luego deportada.
El semanario católico Fides de Honduras publicó el testimonio de Angélica quien, "frustrada por la falta de oportunidades laborales", se arriesgó a buscar "el sueño americano" y el 14 de julio fue deportada junto a otras 7 mujeres y 22 menores de edad.
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"Viajamos en el tren, nos tocó dormir en el monte, hasta pedir dinero; es muy duro, y llegar allá y sin que nos dieran una oportunidad", relató Angélica a Fides.
Madre e hija partieron el 27 de mayo y fueron capturadas el 28 de junio. "Nos cruzamos el río, caminamos mucho y migración nos agarró. Nos trataron mal y nos ofenden", agregó.
"La comida era pésima; no nos trataron bien, he llorado bastante. Nos sacaron a las 3 a.m. sin decirnos que nos traían a Honduras", indicó y lamentó la falta de trabajo en su país.
"El Gobierno (de Honduras) me ofreció trabajo pero no creo que será posible, si nunca nos lo han dado dudo que ahora sí. Tuvimos que ir hasta allá para que nos tomaran en cuenta. Tardé tanto en llegar, para estar de regreso en 4 horas", afirmó.
Angélica ahora está obligada a pagar los préstamos que obtuvo para emigrar. "Llevaba dos mil lempiras (unos cien dólares) y otros dos mil dólares para cruzar el río".
Según Fides, el 14 de julio llegó por primera vez un vuelo con mujeres y niños deportados, capturados en el Paso, Texas. El avión arribó en San Pedro Sula con 30 personas, incluyendo un bebé de 6 meses.
La directora del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), Sor Valdete Willeman, recibió a las familias. "Duele ver llegar a estas madres cargando a sus hijos, una hasta con un bebé de 6 meses de edad en esa ruta migratoria tan peligrosa".
La religiosa lamentó lo que vivieron las mujeres y sus madres. "Es un trauma muy grande en relación a todo esto. Dios sabe lo que hace y si están vivos es señal de que Dios quiere algo con ellos".
Una de las tareas del CAMR fue identificar todos los niños, "ver si es realmente hijo de la mamá o no", y recordó que "los niños son más vulnerables, venían unos enfermos con fiebre, dolor de garganta; lógico vienen afectados por los cambios de clima y la mala alimentación".
"La vida de un deportado queda marcada, como un sello", afirmó la religiosa y lamentó ver entre los deportados a una joven de 16 años cargando a su hijo de dos años. "Incluso una madre fue capturada con su hijo de 6 meses, un bebé que no tienen que ver con esta realidad".
Según cifras oficiales, el 52 por ciento de la población hondureña tiene problemas de empleo, más de dos tercios de la población del país vive en situación de pobreza y cinco de cada diez en extrema pobreza.
Según la primera dama de Honduras, Ana García, 14 mil menores detenidos en el sur de Estados Unidos son hondureños.