La familia del sacerdote jesuita italiano Paolo Dall'Oglio, desaparecido desde el 29 de julio de 2013 en la ciudad siria de Raqqa, pidió a sus captores que revelen si continúa con vida.
En un comunicado, la familia del P. Paolo Dall'Oglio recordó que "hace ya un año que no tenemos de nuestro hijo y hermano Paolo, sacerdote, jesuita, italiano, desaparecido en Siria el 29 de julio de 2013".
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"Es tanto tiempo, demasiado, incluso para un lugar de guerra y sufrimiento infinito como Siria".
Los familiares del sacerdote pidieron "a los responsables de la desaparición de un hombre bueno, de un hombre de fe, de un hombre de paz, que tengan la dignidad de hacernos saber su suerte. Nos gustaría volver a abrazarlo, pero estamos también preparados para llorarlo".
"Un año después de su desaparición, rezaremos y estaremos cerca de él, de todos los secuestrados, de todos los encarcelados injustamente y de tantas personas que sufren a causa de esta guerra", dijeron.
En el transcurso del año, diversas versiones se dieron sobre el paradero del sacerdote italiano. Rumores apuntaron a que aún estaba vivo, mientras que otros aseguraron que fue asesinado. Sin embargo, sus secuestradores no emitieron ningún comunicado oficial.
El Papa Francisco, con ocasión de la fiesta de San Ignacio de Loyola el año pasado, el 31 de julio, expresó su preocupación por el P. Dall'Oglio, "nuestro hermano de Siria".
El P. Dall'Oglio trabajó en Siria desde la década de 1980, comprometiéndose con el diálogo entre el Islam y el cristianismo. En 2012 fue expulsado del país por el régimen sirio, pero regresó en una misión humanitaria en 2013.