El Papa Francisco viajó en la tarde del 28 de julio a Caserta, donde ya había estado el 26, para visitar a su amigo, el pastor pentecostal Giovanni Traettino, y encontrarse con alrededor de 200 cristianos de esta denominación, a los cuales aseguró que "estamos en este camino de la unidad, entre hermanos".
El Santo Padre señaló que "nosotros estamos en este camino de la unidad, entre hermanos. Alguno se maravillará: ¡El Papa ha ido a ver a los evangélicos! ¡Ha ido a encontrar a los hermanos! ¡Sí!. Porque y esto es verdad, fueron ellos los que vinieron antes a encontrarme en Buenos Aires. Y así empezó esta amistad, esta cercanía entre pastores de Buenos Aires y hoy aquí. Os doy las gracias y os pido que recéis por mí, me hace falta... para que, por lo menos no sea tan malo''.
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Las 200 personas participantes en el encuentro llegaron de Italia, Estados Unidos, Argentina y otros países.
Francisco señaló que "cuando caminamos en presencia de Dios, encontramos la hermandad. En cambio, cuando nos quedamos quietos, empezamos a mirarnos unos a otros y se abre otro camino, muy feo, el de las habladurías... Así empezaron, desde el primer momento las divisiones en la Iglesia. Y el Espíritu Santo no crea divisiones".
"Ya desde el primer momento de la comunidad cristiana hubo esta tentación: ''Yo soy de este, yo de este otro'; 'No, yo soy la Iglesia, tu eres la secta'".
Sin embargo, dijo el Papa, "el Espíritu Santo crea la 'diversidad' en la Iglesia... una diversidad, rica y hermosa. Pero, al mismo tiempo, el Espíritu Santo crea la unidad y así la Iglesia es una en la diversidad. Y para emplear una bella frase de un evangélico que me gusta mucho, una 'diversidad reconciliada' por el Espíritu Santo, que crea las dos cosas: la diversidad de carismas y después la armonía de los carismas".
El Santo Padre, explicando con una imagen cómo es la unidad de la Iglesia, señaló que no es como una esfera "donde todos los puntos son equidistantes del centro, todos iguales", pues esta es uniforme y "el Espíritu Santo no crea uniformidad".
"'Pensemos, en cambio en el poliedro: es una unidad, pero con todas las partes diversas; cada una con su peculiaridad, su carisma. Esa es la unidad en la diversidad. Y en este camino, nosotros, los cristianos, hacemos lo que llamamos con el nombre teológico de ecumenismo: intentamos que la diversidad esté más armonizada por el Espíritu Santo y se convierta en unidad: intentamos caminar en presencia de Dios para ser irreprensibles".
Francisco remarcó que "la Encarnación del Verbo es el fundamento: es Jesucristo. Dios es hombre, Hijo de Dios e Hijo del hombre, verdadero Dios y verdadero hombre. Así lo entendieron los primeros cristianos que tuvieron que luchar tanto para mantener esta verdad".
"¡El misterio de la carne de Jesús¡ ¡Yo amo al pobre, a la viuda, al esclavo, al que está en la cárcel... amo a todos ellos porque estas personas que sufren son la carne de Cristo. No se puede predicar un evangelio puramente intelectual: el Evangelio es verdad pero es también amor y es también belleza. Esta es la alegría del Evangelio".
El Santo Padre lamentó que "en este camino hemos hecho tantas veces lo mismo que los hermanos de José, cuando los celos y la envidia nos han dividido. Esa triste historia en que el Evangelio, para algunos, se vivía como una verdad y no se daban cuenta de que detrás de esa actitud había cosas feas, cosas que no eran del Señor, una fea tentación de división".
"Esa historia triste cuando se hacía lo mismo que los hermanos de José: la denuncia, las leyes de esta gente: 'es contra la pureza de la raza'... Y esas leyes fueron ratificadas también por los bautizados, algunos de los cuales hicieron esas leyes y algunos persiguieron y denunciaron a los hermanos pentecostales porque eran 'entusiastas', casi 'locos', que destruían la raza".
El Papa señaló que "yo soy el pastor de los católicos: os pido perdón por esto. Os pido perdón por los hermanos y hermanas cristianos que no entendieron y fueron tentados por el demonio e hicieron lo mismo que los hermanos de José. Pido al Señor que nos de la gracia de reconocer y de perdonar".
El Papa Francisco, tomando las palabra de su amigo Traettino, que dijo que la verdad es un encuentro", señaló que es "un encuentro entre personas. La verdad no se fabrica en un laboratorio, se construye con la vida, buscando a Jesús para encontrarlo".
"Pero el misterio más hermoso y grande es que cuando encontramos a Jesús nos damos cuenta de que Él ya nos estaba buscando, que nos ha encontrado antes porque llega siempre antes que nosotros".
Francisco indicó que "en español me gusta decir que el Señor nos 'primerea', es decir nos precede, nos espera... Y de ese encuentro que transforma viene todo. Este el es camino de la santidad cristiana; buscar cada día a Jesús para encontrarlo y cada día dejarse buscar y encontrar por Jesús".
Al concluir el encuentro, a media tarde, el Papa Francisco regresó en helicóptero al Vaticano.