Para Jennifer Fulwiler, la conversión al catolicismo fue un viaje gratificante, lleno de triunfos y pruebas, tal como lo indica en su último libro Something Other than God (algo que no sea Dios).
En declaraciones a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI-, Fulwiler dijo que "antes de que fuéramos católicos, estábamos envueltos en una visión del mundo sumamente egoísta".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
A pesar de que no buscaban ser egoístas, explicó Fulwiler, el ateísmo contenía "una visión del mundo donde el 'yo' era el centro de todo".
Actualmente, Fulwiler vive en Texas con su esposo y sus cinco hijos. Administra un blog personal, ConversionDiary.com, y también escribe para el portal católico de noticias National Catholic Register.
Sin embargo, su vida no siempre se centró en la fe. La conversión de Fulwiler comenzó cuando nació su primer hijo.
"Nunca había sido parte de una experiencia plenamente humana", confesó. "Crecí en una cultura donde estaba completamente alejada de la vida o de los bebés, de todo este ciclo de la vida".
Tener un hijo la llevó a hacerse "las grandes preguntas" sobre el significado y valor de la vida.
Desde ese momento, comenzó a investigar sobre el catolicismo a través de blogs.
"Los blogs fueron una herramienta importante para mí porque estaba envuelta en círculos sociales completamente ateos y me daba mucha vergüenza estar explorando la religión en mi propia vida", señaló Fulwiler. Debido a que se había "alejado" de la mayoría de los cristianos, le costó mucho encontrar a alguien que respondiera a sus cuestionamientos religiosos. Su blog se convirtió en un lugar seguro para "expresar sus opiniones de manera anónima".
Con el tiempo, muchas de sus opiniones cambiaron. Uno de sus cambios más radicales fue su postura "pro-elección" sobre el aborto.
"Al descubrir el valor de mis propios hijos, al verlos moverse y sentirlos patear, me di cuenta de que realmente veía en estos niños a bebés completamente humanos que merecían vivir y que tenían la misma dignidad humana que yo".
"La fe católica nos enseñó a apreciar el valor de la vida humana y cambió toda nuestra visión del mundo…es que no existe regalo más grande que un hijo" añadió.
Fulwiler sufre de un trastorno sanguíneo y después de su segundo hijo los médicos le recomendaron tomar anticonceptivos como medida de precaución frente a complicaciones que pudieran surgir en caso de que concibiera en medio de su tratamiento. Cuando Fulwiler descubrió la Planificación Familiar Natural, reconoció que se trataba de un gran don que "involucra sacrificio", pero "un sacrificio que vale la pena".
Fulwiler y su esposo se convirtieron al catolicismo. Aunque el proceso ha tomado tiempo, el crecimiento espiritual ha sido una enorme bendición para toda la familia y ha cambiado radicalmente su visión egoísta de las cosas.
"Tener a Cristo en el centro realmente nos enseña a amarnos a nosotros mismos y a todos los miembros de la familia", afirmó.
Fulwiler anima a aquellos que consideran la conversión a "no tener miedo de hacer las preguntas difíciles de la Iglesia". "Si lo haces, tendrás respuestas con un valor de 2.000 años", aseguró.