La organización "Christian Solidarity Worldwide" (CSW) y otros grupos de derechos humanos pidieron que el representante de la ONU, Heiner Bielefeldt, tenga encuentros con las comunidades religiosas y organizaciones civiles durante su visita a Vietnam -del 21 al 31 de julio-, para que conozca a fondo la realidad al momento de emitir su informe al Consejo de Derechos Humanos.
Bielefeldt "debe tener acceso pleno a todas las partes del país y encontrar a todas las comunidades religiosas", expresaron las organizaciones.
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Una de estas organizaciones es la "Christian Solidarity Worldwide" (CSW), que envió una carta a la Agencia Fides para hacer referencia a las críticas y preocupaciones que ha generado el llamado "Decreto 92", el cual regula los asuntos religiosos y otorga poderes arbitrarios a los funcionarios del Gobierno comunista de Vietnam.
"Contiene una terminología vaga y ambigua, y sienta las bases para la introducción de nuevos obstáculos burocráticos contra actividades pacíficas y legales de los creyentes", menciona la CSW.
Según datos de esta ONG, entre el 2013 y lo que va del 2014, se han registrado hechos de violaciones a la libertad religiosa y abusos contra las comunidades religiosas como acoso, intimidación, detenciones, torturas y ejecuciones extrajudiciales.
Dentro de estas graves violaciones de la libertad están las que se perpetraron en comunidades cristianas protestantes, en las mesetas centrales y del noroeste, así como en las comunidades católicas en varias partes del país. Por ello anima al Relator Especial a visitar estas comunidades.
Entre los afectados también se encuentran los miembros de iglesias protestantes, budistas Hoa Hao, musulmanes, otros budistas, seguidores de Cao.