En un panel de discusión sobre las preocupaciones morales, legales, pastorales y personales con respecto al uso recreacional de la marihuana, distintos expertos advirtieron que los esfuerzos por legalizar la marihuana recreativa en Estados Unidos representa un serio peligro para las personas y comunidades.
"Que el estado legalice algo claramente peligroso – pese a que pueden existir algunos beneficios-, es sencillamente irresponsable", afirmó el Dr. E. Christian Brugger, profesor de teología moral y miembro del panel de discusión realizado el 1 de julio en la iglesia Holy Ghost de Denver.
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"La ley es un formador moral. Cuando la ley dice que algo es legal, lo que hace es remover un estigma y con el tiempo comenzamos a verlo no solo con una mirada neutral sino incluso como algo que puede ser bueno para nosotros", advirtió Brugger.
"Por lo tanto, la ley está removiendo el estigma legal del consumo de marihuana cuando apenas podemos ser una comunidad unida, caritativa y generosa; cuando sabemos que esto traerá efectos negativos para nuestros jóvenes, cuando nuestras familias están débiles y no están floreciendo. Es una decisión con muy poca visión de futuro".
La abogada M.J. Menéndez sostuvo que los conflictos entre la ley estatal y federal en este asunto atentan contra el respeto general por la ley. Recientemente, el estado de Colorado y Washington han implementado leyes que permiten el uso recreativo de la marihuana; sin embargo, la droga sigue siendo ilegal bajo la ley federal.
"Muchas veces me han preguntado '¿cómo alguien puede decir que las leyes son legítimas y deben ser obedecidas cuando el gobierno federal me dice una cosa y el gobierno estatal me dice otra?'", señaló Menéndez.
La legalización de la marihuana es especialmente "injusta" para los jóvenes, agregó Brugger, porque ellos son altamente ignorantes en cuanto a las consecuencias a largo plazo de su uso. Los efectos secundarios pueden incluir el deterioro de la memoria de largo plazo y la capacidad de aprendizaje, problemas respiratorios, aumento de la ansiedad y depresión, pérdida de motivación, entre otros. Además, cerca de un 10 por ciento de los fumadores de marihuana desarrollan una adicción.
"Los jóvenes son más propensos a ser influenciados por el uso de la marihuana recreativa", declaró Brugger. "Los niños que ven a sus amigos, a sus vecinos o, peor aún, a sus padres consumiendo marihuana, tienen muchas posibilidades de exponerse situaciones tentativas que los sobrepasen y hagan que comiencen a experimentar con drogas y luego se conviertan en consumidores frecuentes".
Asimismo, Brugger señaló que todos los consumidores de marihuana recreacional buscan "volarse", lo que constituye un fin inmoral.
"Alterar intencionalmente nuestra conciencia está mal. Los consumidores de marihuana recreacional fuman para volarse. Por lo tanto, tienen la intención de alterar sus percepciones y facultades de cognición. Dado que la cognición humana es una condición previa para tomar decisiones, y las opciones son el fundamento por el cual decidimos cooperar o rechazar a Dios y su gracia, y por tanto ser buenos o malos, entonces disminuir nuestra capacidad de tomar buenas decisiones no es algo que nos beneficie".
Aunque la Biblia nunca menciona específicamente la marihuana, condena frecuentemente la embriaguez, afirmó Brugger. Desde el punto de vista de las preocupaciones pastorales, el P. Peter Mussett afirmó que "que drogarse es una ofensa contra la comunión". Asimismo, el sacerdote se refirió a diferentes estudios que afirman que el uso de marihuana recreativa "te aísla y te vuelven un ser alienado, desconfiado, solo, desesperado y sin fuerzas".